Hace tiempo que la creación del proyecto 'Burgos Central' se convirtió en un quebradero de cabeza para el Ayuntamiento de Burgos. Sin normativa no hay contrato y sin contrato no puede ponerse en marcha la Zona de Bajas Emisiones. Con estas premisas, resulta imposible la implantación del plan a 31 de diciembre y, a la espera de la aprobación de la prórroga solicitada, el bipartito formado por PP y Vox mantendrá algunos puntos concretos de la ordenanza diseñada por el PSOE.

Uno de estos aspectos que apenas sufrirá variaciones es el mapa de calles peatonales por las que se podrá circular en bicicleta y con vehículos de movilidad personal, vías que deberán mostrar una señal específica. En el texto original se especificaba que esta medida se aplicaría a Concordia, Avellanos, Alonso Martínez, Fernán González (hasta el número 66), San Lesmes, Gran Teatro, Puente Besson, pasarela de la calle Gran Teatro, paseo Sierra de Atapuerca, San Juan, Almirante Bonifaz y el pasaje Per Abbat y su prolongación.

A la espera de la propuesta definitiva redactada por el nuevo Ejecutivo, este listado servirá de base para incluirlo en la próxima ordenanza que regulará la Zona de Bajas Emisiones. Sea como fuere, los representantes del bipartito ya mostraron desde la última campaña electoral su intención de minimizar todo lo posible el efecto de esta normativa sin poner en riesgo la inyección de 2,6 millones de euros procedentes de fondos europeos.

De esta forma, el nuevo texto aún se encuentra en fase de estudio y quedan por resolver los detalles que rodearán al futuro conjunto de las zona Cero, zona Básica y zona Ampliada. Una vez se apruebe la prórroga solicitada para poner en marcha 'Burgos Central' equipo de Gobierno gozará del margen deseado para dejar su impronta una vez comprobadas sus discrepancias con el fondo y la forma de la normativa planteada meses atrás por el bloque liderado por Daniel de la Rosa.