Son las profesionales que se ocupan de asear, vestir, dar de comer o de suministrar la medicación que precisan y que pautan los médicos a las personas mayores que viven en las residencias. Se trata, mayoritariamente, de trabajadoras formadas como técnicas de cuidados de enfermería (antes denominadas auxiliares y ahora, en el lenguaje de la Administración, técnicas de atención directa) y sin ellas el sistema de cuidados tal y como le conocemos ahora no existiría. Una prueba de su papel fundamental en los servicios sociales es que la baja este verano del 20% del total de estas empleadas de la residencia de Fuentes Blancas de la Junta hizo que se cerrara un módulo de 14 plazas y que, según denuncia el comité de empresa, ha paralizado las nuevas altas de personas que cumplen los requisitos para acceder a una plaza pública, con lo que se ha incrementado la lista de espera. La representante de la plantilla, Ana Marañón, matizó que esta situación, que en verano fue «insostenible e insoportable» y por la que a las auxiliares «se les debería hacer un monumento» lleva ya algunas semanas mejorando.
La solución a esta situación pasaría, a su juicio, por una nueva relación de puestos de trabajo que impulsara el personal fijo. Pero cree que quienes toman las decisiones políticas que podrían redundar en unas plantillas más adecuadas y en un mejor cuidado de las personas mayores «no están por la labor». «En la Gerencia de Servicios Sociales echan balones fuera. ¿Que no encontramos gente para sustituir las bajas? Pues cerramos un módulo de 14 plazas, lo que ha hecho que durante varios meses no se han realizado ingresos de mayores», indicó la presidenta del comité de empresa, quien también denunció que hay otro, de 10 plazas que está cerrado desde la pandemia: «En los despachos se habla de números olvidándose de que estamos trabajando con personas».
Son diferentes circunstancias las que hicieron que en los meses de mayo, junio, julio y agosto, de alguna manera, 'colapsara' la residencia. De las 62 trabajadoras a tiempo completa y 6 a jornada parcial estuvieron de baja 18, en algunos casos por patologías vinculadas a los esfuerzos que requiere el cuidado de personas mayores. «Nos dice la Administración que contamos con herramientas para moverles, como las grúas, pero quien ha cuidado o cuida de una persona mayor sabe que esto muchas veces no es suficiente y que no son infrecuentes las lesiones provocadas por cargar peso. Además, hay que tener en cuenta que la edad media de la plantilla es alta, en muchos casos, cuando se ha trabajado años en este sector, a los 60 están para ser cuidadas», aseveró Marañón, del sindicato UGT.
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