La situación es compleja, pero no ha surgido de la noche a la mañana y el análisis tiene muchas aristas a tener en cuenta antes de extraer conclusiones. Llegados a este punto, son muchos los sectores laborales que advierten desde hace tiempo de los problemas encontrados para rejuvenecer sus plantillas y atraer trabajadores.

Los oficios demandan personal y en el caso de la hostelería su representante en Burgos pide una mayor flexibilización de las contrataciones para paliar esa falta de trabajadores. Después de que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, abriera el debate sobre los horarios de cierre de los establecimientos, los empresarios invitaron a los responsables políticos a poner el foco en otras cuestiones como el mencionado problema para cubrir plantillas. «El mayor problema es que no hay trabajadores y hay que solucionarlo», resume Isabel Álvarez, de En Tiempos de Maricastaña.

El factor estacional es fundamental en la organización del sector, el cual ultima los detalles de la campaña de Semana Santa mientras mira con incertidumbre al verano. En las temporadas fuertes las plantillas crecen entre un 20 y un 30% y los responsables de los establecimientos destacan las dificultades a sortear para reforzarse. «No encontramos personal», resume el presidente de la Asociación de Restaurantes, Cafeterías y Bares de Burgos, Enrique Seco.

Por ello, los negocios miran más allá de las fronteras como una respuesta que también tiene sus dificultades. «La resolución de una oferta de trabajo puede demorarse cuatro o cinco meses hasta que dan de alta a ese trabajador», explica Seco, quien pide «flexibilizarlo de alguna manera». «En su momento se abrió la cuestión relacionada con las contrataciones de extranjeros y habría que hacerlo de nuevo porque ahora estamos igual de necesitados que entonces», puntualiza, para asegurar que «resulta difícil» para el sector hacer «directamente» un contrato indefinido. Y es que «en hostelería no se permite hacer un contrato de un año».

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