Un punto de campeonato

Aitor Castillo/ Miranda
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EL CÉSPED. El mal estado del terreno de juego por la lluvia caída sobre el tapete dificultó que el equipo de Pouso pudiera desplegar su juego.

Pablo supera a Eneko Romo en una de las internadas del mediapunta burgalés en el costado izquierdo. - Foto: Truchuelo

Mirandés: 2  Real Unión: 2

Mirandés: Murcia, Garmendia, Aitor Blanco, Caneda, Raúl García (Borrell, 72´), Martins, Garro (Lambarri, 57´), Muneta, Mujika, Pablo, Alain (Ernesto, 83´).

Real Unión: Otermin, Bolaños (Artzamendi, 57´), Ekhi, Beobide, Yuri, Barranco, Romo, Mario (Chucho, 85´), Iker Alegre (Infante, 78´), Seguro, Sellarés.

Incidencias:

Árbitro: Óscar Herrero Arenas (Colegio aragonés). Tarjeta amarilla a Caneda, Pablo y Raúl García por el Mirandés; y a Sellarés e Iker Alegre por el Real Unión.

Goles: 0-1 (minuto 13). Sellarés. 1-1 (minuto 50). Garmendia. 1-2 (minuto 65). Mario.  2-2 (minuto 88). Garmendia.

Público: Partido correspondiente a la trigésimo sexta jornada disputada en el Estadio Municipal de Anduva con la presencia de 3.444 espectadores.

Lo mejor: Las reapariciones de Lambarri y Natxo Garro, tras más de dos meses apartados de los terrenos de juego, dieron  más variantes a los esquemas de Pouso sobre el césped del Municipal de Anduva.

El Mirandés ya es campeón. El equipo de Anduva, que la próxima semana cumple su 85º aniversario, logró su primer título de Segunda División B tras empatar a dos ante un Real Unión necesitado de puntos. Los de Pouso se valieron de dos goles de Garmendia, uno de ellos en el último suspiro, para certificar un título que no se iba a escapar tras un nuevo tropezón de la  Ponferradina. El mal estado del césped, con abundante agua, dificultó que los rojillos pudieran desplegar el fútbol que acostumbran ante un rival muy correoso que contaba con notables ausencias en la zaga.

El  encuentro comenzó con el líder intentando mandar sobre el césped de Anduva. El estado del terreno de juego, con agua en algunas zonas, dificultaba las transiciones rápidas de balón del Mirandés. Pese a ello, Pablo se mostraba voluntarioso por banda izquierda. Aunque no conseguía generar peligro. Salvo un remate del propio delantero burgalés que despejó la zaga irundarra, el tempo del encuentro lo estaba marcando el equipo de Olabe. El técnico, que cumplía un partido de sanción y veía a sus pupilos desde la grada, empezó a ver cómo su equipo empezaba a tomar aire al encuentro y empezaba a pisar el área de Adrián.

Y no tardaría en llegar el gol. Balón en diagonal desde la medular buscando la cabeza de Eneko Romo en el segundo palo, el mediapunta ve la incorporación de Sellarés, que, ejerciendo de nueve, cabecea el cuero al fondo de la red. Tras el gol, el equipo visitante no se descompuso. Siguió buscando la  meta de Adrián con peligro.

Los de Pouso no tardaron en reaccionar. El Mirandés empezó a llevar la manija del encuentro y a inquietar a Otermin. A punto estuvo de igualar la contienda Mujika al filo de la media hora. Córner que bota Pablo, la peina Garro, y  Haritz con todo remata al larguero. Eran los mejores minutos de los de Pouso. El gol del empate podía caer en cualquier momento. Pablo, el más destacado de los rojillos, pudo empatar con un disparo desde el interior del área, que se marchó lamiendo el palo de Otermin. El encuentro empezaba a ganar en intensidad y ritmo. Pero Seguro, muy vertical durante todo el encuentro, se sacó un disparo que obligó a lucirse a un Adrián que retornaba a la portería tras prácticamente dos meses alejado del once titular.

El segundo tiempo comenzó con un Mirandés en busca del empate. Lo que no cambió fue la tradicional tarjeta a Pablo. El colegiado Herrero Arenas amonestó al jugador rojillo por considerar que había simulado una falta cuando encaraba a su par en una jugada con peligro. El Mirandés, que se estaba haciendo claro merecedor del empate obtendría su recompensa a su mayor dominio con el gol de Garmendia. El lateral rojillo se aprovechó de un despeje de la zaga irundarra bajo palos para batir por la escuadra a Otermin. El líder se sentía cómodo sobre el césped. Pero el Real Unión no había dicho su última palabra. Iker Alegre en una contra del Real Unión por banda izquierda,  dio el gol a Mario Martínez con un centro al segundo palo, que el ex jugador del Numancia se encargó de materializar en el minuto 65. El Mirandés no conseguía trenzar fútbol y basaba su juego en balones largos a Lambarri.

 Fruto de ese juego directo que puso en práctica el Mirandés, llegaría el gol de la igualada en el último suspiro. Y es que Lambarri peinó un balón colgado, que Garmendia mandó al fondo de las mallas con un poco de fortuna, tras rebotarle un despeje de la zaga irundarra.

La fiesta se desató en el campo. El Mirandés se proclamaba  campeón logrando un hito histórico para el equipo de Anduva. Un título que hace justicia a un equipo que ha dado una lección de fútbol durante toda la temporada.

Pouso / entrenador del Mirandés

«Es un hito histórico ser campeón de Segunda B»

A.C / Miranda

Carlos Pouso, entrenador del Mirandés, calificó como «hito histórico» la consecución por primera vez en los 85 años de historia del club rojillo, del título de campeón de Segunda División B.

El técnico también tuvo palabras para el Real Unión. Un equipo que a su juicio «ha sabido jugar, haciendo un partido muy digno». Respecto a la valoración del encuentro, el de Lamiako señaló que la primera parte fue «muy igualada». «La segunda parte, cuando mejor estábamos, ese error les ha puesto bien el partido», apostilló.

Respecto al cambio en la forma de jugar, Pouso fue consciente de que tenían que cambiar el estilo de juego por el estado del césped apostando por un juego «más directo».

El técnico también tuvo palabras para Garro y Lambarri y consideró que «es importante ir reincorporando jugadores para tener más donde elegir».