El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Salas de los Infantes investiga a una profesora interina del Colegio Fernán González de Salas de los Infantes por un delito contra la integridad moral tras la denuncia de los padres de un niño con síndrome de Down, que exigen que «sea retirada lo antes posible e inhabilitada para ejercer su trabajo» como docente. Por el momento, la Dirección Provincial de Educación la ha suspendido cautelarmente de empleo y sueldo durante 6 meses. 

Los progenitores acudieron al cuartel de la Guardia Civil para denunciar lo sucedido y también se reunieron con la dirección del centro, a la que agradecen la diligencia mostrada en un asunto tan delicado y urgente, sentimiento que hacen extensible a Educación. Tras escuchar la versión de la familia y las pruebas que la apuntalan, una inspectora se entrevistó en presencia del director y otro profesional del CEIP Fernán González con la denunciada, que no negó su forma de trabajar. Sí lo ha hecho posteriormente en sede judicial.

El menor tiene una discapacidad del 65% y sufre además epilepsia grave, por lo que en el caso de sufrir una crisis durante más de dos minutos precisa que le sea administrada una medicación; de lo contrario puede entrar en estado de coma o fallecer.Sin embargo, pasaba supuestamente mucho tiempo encerrado solo en el baño.

Los progenitores del niño, alumno de Tercero de Infantil, comenzaron a sospechar que algo no iba bien hace unos días, cuando el pequeño empezó a vomitar en el centro, a veces a primera hora, y a quejarse antes de ir a clase con expresiones como '¡cole, no, cole, pupa!». También apreciaron cambios en su comportamiento. «Es un niño muy movido y nada más que se despierta, tiene que levantarse y levantar a todo el mundo», detalla su madre.Sin embargo, llevaba días apático y decaído antes de ir a clase, situación que revertía por la tarde. Además, comenzó a echarse la siesta, lo que nunca había ocurrido.

La familia llegó a pensar que estaba enfermo y solicitaron cita con el médico, mientras preguntaron en el colegio si había notado esos mismos síntomas de que algo no iba bien. «Lo que no sabíamos es que cada vez que lloraba le metía en el baño», denuncian. 

Además, aseguran que un día de los que fueron a recogerlo porque había vomitado el pequeño tenía un golpe en la cara que nadie supo explicar cómo se había ocasionado y que otro día en la bañera le vieron un moretón en el brazo izquierdo, como si alguien le hubiese agarrado fuertemente del brazo. 

Los padres del menor agradecen la rapidez con la que la dirección del centro salense y las autoridades educativas han actuado, al tomar medidas cautelares contra la docente en menos de una semana, pero exigen una actuación contundente para que no se vuelva a dar un caso como este, así como mayor atención para los menores con discapacidad que, como su hijo, necesitan apoyos para integrarse en la sociedad con pleno derecho.

Por el momento, el Juzgado de Salas de los Infantes no ha considerado necesario dictar una orden de alejamiento de la docente, como así había solicitado la familia denunciante, al entender que no existe riesgo, ya que no residen en la misma localidad y durante los próximos 6 meses no va a acudir al colegio. 

Fuentes de la Dirección Provincial de Educación confirman que la profesora efectivamente «no está en el centro» y que «todas las actuaciones se han realizado en interés del menor».Sin embargo, no han especificado si habían recibido más quejas de esta interina, que lleva años en las listas de Burgos, en este u otros centros.