Los empresarios de los hoteles de Burgos preveían que agosto iba a ser un mes bueno y lo ha sido. Por fin. Porque las expectativas de julio no se cumplieron y el octavo mes del año ha superado con creces los resultados del mismo periodo del año anterior, que constituyó una decepción para el sector por la oleada de cancelaciones que tuvo lugar por el intenso calor que hizo en 2023. Luis Mata, presidente de la Federación Provincial de Hostelería, admite que «ha sido un mes bueno», en el que los establecimientos estuvieron a más de un 85% de ocupación de media, con varios días en el que se colgó el cartel de no hay habitaciones.
Los hoteleros estaban expectantes después del chasco que se llevaron el mes de agosto del ejercicio pasado, cuando se produjo el aluvión de cancelaciones. La ocupación cayó un 10% sobre la media de otros años y eso «significa que la facturación de los negocios disminuye y, además, lo hace proporcionalmente a mayor ritmo». Sí, porque tal y como explica Mata, «en un contexto de anulación de reservas, los precios bajan para atraer a más turistas, de manera que los beneficios que obtienen los hoteles caen exponencialmente más». En este octavo mes de 2024 «también ha habido temperaturas altas, pero no tanto como en el pasado y, aunque se han producido cancelaciones de última hora, al final la ocupación se ha mantenido en unos niveles razonables».
Pero a los empresarios del sector poco les importa ya cómo fue el mes pasado, ahora están pendientes de septiembre y de empezar el otoño con buen pie. Este es un mes que «tradicionalmente» ha sido muy bueno para el turismo. «Tras agosto, julio, mayo y septiembre son los meses en los que acuden más viajeros a Burgos», explica el presidente de la patronal burgalesa, quien confía en que los hoteles consigan una ocupación media de «al menos el 80% de aquí al Pilar».
Septiembre es un mes en el que todavía «acuden muchos jubilados que huyen de la masificación de agosto y de los destinos playeros». «Los precios son más bajos y se puede ir a los restaurantes sin hacer cola», afirma Mata. Además, «regresan los peregrinos al Camino, después del calor de agosto, que vacía la Ruta Jacobea a la altura de Burgos y otras provincias». Este es otro de los viajeros que se suma a la nómina de clientes de los hoteles.
Además, «se reinicia la actividad en las empresas y comienzan de nuevo los viajes comerciales, que contribuyen a mejorar la ocupación, sobre todo los días de entre semana, de lunes a jueves». Y, por último, «septiembre también es el mes de los eventos familiares, bodas y bautizos», que también atraen a mucha gente de fuera. El perfil del turista en el noveno mes del año «es muy variado», lo cual viene muy bien para el sector.
Tampoco se olvida Luis Mata del reclamo que representa tener a un equipo en Segunda División. Este fin de semana será bueno «porque juega el Burgos contra el Zaragoza, y de allí seguro que se desplaza un buen número de aficionados que, por distancia, suelen hacer noche». Luego le toca al turno al Granada, que aunque está lejos mueve a muchos hinchas porque acaba de descender desde Primera División.
Además, Mata reconoce que en este mes la programación cultural también es amplia. Este fin de semana está el Enclave de Calle, después del Festival Tribu, más adelante la Semana Cidiana, para culminar en El Pilar. Aunque este año el 12 de octubre cae en sábado, los hoteleros confían en que «muchas personas acudan a Burgos, porque no hay que olvidar que mucha gente sigue trabajando en sábado».