«Lo del ser de Broncano o de Motos me parece absurdo»

I.L.H. / Burgos
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Miguel Lago no se decanta por La Revuelta ni por El Hormiguero y cree que de esta competencia saldrá una mejor televisión. Quizá hable de ello hoy en el Fórum Evolución de Burgos porque elige el contenido el día de la función

Que se preparen las señoras mayores que vayan a verle porque Miguel Lago buscará entre el público a la burgalesa de más edad. Hoy, a las 20:30 horas. - Foto: David González

Lleva 16 temporadas seguidas actuando en el Teatro Alcázar de Madrid y 25 años en la comedia. Ese trabajo sobre el escenario Miguel Lago lo compagina colaborando en programas de televisión. Hasta la temporada pasada estuvo en El Hormiguero, cuya batalla por las audiencias con el estreno de La Revuelta, de David Broncano, le ha tocado verlo desde el sofá. «Esto es para disfrutarlo, porque han aparecido dos millones de personas que no consumían televisión en abierto y que ahora la consumen. En cuanto a la competencia, siempre es necesaria. Vamos a ver la mejor Revuelta y el mejor Hormiguero», asegura el humorista que esta tarde actúa en el Fórum, a las 20:30 horas. Lo que Miguel Lago no aclara, quizá como buen gallego, es qué oferta le gusta más: «Lo de 'equipo Pablo' o 'equipo David' me parece un absurdo. Yo soy 'equipo televisión' y estoy pendiente de los dos», añade.

Quizá hable de ello sobre el escenario porque afirma que los temas los escoge la misma tarde de la función según lo que le «apetezca», «para no aburrirme. O sea, el show tiene una estructura, pero está bastante abierto».

Tiene donde elegir porque todo su repertorio es válido y ha envejecido bien: «Repasando mi carrera no veo que tenga textos de los que piense '¿pero cómo podía decir eso?'. Sobre todo porque no soy un flipao que piensa que un humorista como yo va a tener un impacto social grande por una broma que haga. Entonces, como no padezco de estupenditis, creo que son chistes, y los chistes, chistes son». 

Lo que sí ha hecho es incorporar cosas que antes no trataba. Como su familia. «Es verdad que eso es reciente. Porque cuando tuve hijos -la mayor tiene 16-, no hablaba de la paternidad, de 'ay, ahora tengo un bebé' y tal, porque no me interesaba. No me parecía divertido contarte el cambio de pañales. Pero en cambio ahora mismo las dinámicas de una familia numerosa o la batalla que es tener hijos adolescentes, ahí sí encuentro lugares que me parecen muy divertidos. Además, mi público ha crecido conmigo y me entienden». Otra cosa es lo que pensarán sus hijos. «Los mayores han entendido que esto es un negocio familiar. Les digo aquello de Gila de si no aguantas una broma, vete al pueblo, que ya sabes el padre que tienes». 

Tampoco faltará el «concurso» que realiza para buscar a la mujer de más edad en el patio de butacas. «Se está convirtiendo en un fenómeno sociológico. Buscaremos a la burgalesa más vieja que haya venido a verme. Escojo mujeres porque son más divertidas. Y te puedo decir que en Madrid, el sábado pasado, hubo una señora de 90 años que encabeza el ránking», añade. 

Al margen del humor, Lago se estrena en un par de semanas como escritor con la novela Persiguiendo a Bécquer: «Va de un humorista que vuelve a España. Una superestrella de la comedia que atentan contra él varias veces. Y de la mano de una inspectora de policía tratarán de descubrir quién intenta asesinarlo. Me ha quedado redonda. Es un novelón. Creo que va a ser una revelación literaria del año», dice falto de abuela.