Febrero se despedía con un día casi gélido. En un momento de la tarde Tina dijo a su hermana: 'Voy al garaje'. Fue la última vez que la vieron y la escucharon. «Como no volvía, mi hermana fue a ver por qué tardaba. Se encontró la puerta del garaje abierta y su paraguas. No había ninguna explicación de dónde había podido ir, se había echado la noche encima y llovía a jarros. Desde entonces la estamos buscando», relata Amparo Arnaiz, la hermana mayor de la mujer de la que no se sabe nada desde el pasado 29 de febrero, cuando salió de su domicilio en la localidad serrana de Pinilla de los Moros.
Desde ese día su familia vive entre el «desconcierto y la incertidumbre», sin encontrar respuestas sobre su paradero ni sobre la causa de su desaparición. «No entendemos nada. Era una persona con una vida establecida, estaba contenta y de repente ha desaparecido. Es una aberración y una contradicción, no encontramos ninguna razón, motivo o explicación para esta situación. No nos cabe en la cabeza a nadie», dice.
Tina es la menor de cuatro hermanas, Amparo, la mayor, reside en Barbadillo del Mercado, a apenas unos kilómetros de Pinilla, donde viven las otras dos. «Siempre le ha gustado mucho el pueblo y venía en cuanto podía. Antes los fines de semana, y ahora pasaba una semana sí y otra no, porque estaba prejubilada de su trabajo en la delegación de Educación en Burgos y trabajaba semanas alternas», cuenta Amparo, que confiesa que todos los enseres de Tina se encuentran en su casa de Pinilla. «Está toda su vida y documentación, y hasta el móvil, que cuando se fue se estaba cargando. Solo echamos en falta la ropa que llevaba puesta».
Amparo mantiene que Tina, que cumplió los 63 el 4 de marzo, cuatro días después de la última vez que se la vio, «no tenía problemas con nadie ni motivos para desaparecer». La mujer asegura que ya no saben por dónde buscar y que se ha hecho todo lo humanamente posible por encontrarla. «Estamos muy agradecidos a la Guardia Civil, que ha puesto todos sus medios para encontrar a mi hermana, y también a las personas que nos han ayudado. Sin embargo, estamos muy tristes, porque a pesar de todos los esfuerzos, no se ha encontrado nada. Nuestra situación es muy dolorosa y de absoluta impotencia, porque no entendemos nada ni tampoco encontramos alguna pista que nos ayude a entender. Es un sinvivir», resume descorazonada.