Dicen desde el Ayuntamiento que la Navidad va a llegar por fin a Burgos, que en años anteriores no se notaba que era Navidad y que este año se va a crear un ambiente tradicional inspirado en los mercados navideños europeos. Dicen, además, que nada de la estadounidense Mariah Carey y su All I want from christmas is you, y que mucho de Los peces en el río. Sobre esto, sólo puedo darles el dato de que esa canción-villancico, tiene más de un billón (con b) y medio de reproducciones; ante esta cifra abrumadora creo que los peces del río han decidido dejar de beber y la Virgen se ha cansado ya de lavar y tender.
Esta Navidad volveremos a recorrer el Paseo del Espolón flanqueados por las casetas de los mercadillos de artesanía como ya hemos hecho en otras épocas del año; no es ninguna novedad, como tampoco lo es la instalación de casetas a los pies de nuestra hermosa Catedral. Cambiar el envoltorio no cambia el contenido; vender ambientadores, ungüentos de todo tipo, magdalenas o rosquillas, es más de lo mismo.
Si ustedes quieren este año disfrutar del túnel de luz que la pasada Navidad brillaba a la entrada del Paseo del Espolón, tendrán que irse a la Plaza Santiago en Gamonal, donde además podrán divertirse con algo típico navideño como es montarse en la barraca de feria que allí se encuentra instalada; esa en la que sujetan tus partes con un arnés y que a través de unas gomas elásticas y dando saltos podrán sentirse flotando en el aire; si quieren convertir esa experiencia en celestial, podrán hacerlo por el módico precio de un euro, tomándose uno o varios chupitos de Vinitrus (que no Vinícius), esa bebida alcohólica que nuestro ayuntamiento quiere convertir en típica navideña; beban y suban de nuevo, igual hay suerte y consiguen ver el trineo de Papá Noel surcando los cielos. Y no se preocupen si nos les gusta el alcohol porque también habrá una bebida sin él; podrán ir con sus hijos menores de edad a tomarse unos chupitos de Éxtasis Aromático; diversión asegurada.
Esperemos por el bien de todos que ese nombre no llegue a utilizarse en las casetas de bebida porque ríete tú de cómo vamos a explicarles a los niños eso del éxtasis.
¡Que viva la inspiración europea!