Tiene el Burgos CF una complicada misión el domingo en Huesca, ya que se enfrentará al que es en estos momentos el conjunto más sólido de la competición. Los blanquinegros visitarán El Alcoraz en el momento en el que el equipo oscense atraviesa su mejor racha, que se basa en unos números defensivos al alcance de muy pocos. 

El Huesca es uno de los equipos que desde el inicio de liga ha estado en la zona baja y que ha tenido que apretar los dientes. De las 24 primeras jornadas, 21 estuvo en posiciones de descenso, pero los azulgrana han crecido desde la contención y se han convertido en un conjunto muy difícil de batir.

El combinado altoaragonés suma siete partidos sin encajar y acumula 647 minutos sin recibir un gol. Álvaro Fernández es uno de los guardametas destacados de la categoría y ha logrado mantener su portería a cero en 15 encuentros, casi la mitad de los que ha disputado.Solo el Leganés, líder en solitario de la clasificación, ha recibido menos goles que  el combinado oscense.

En la otra cara de la moneda está su potencial ofensivo y no destaca por su pegada. Ha logrado 25 dianas y solo el Alcorcón, el Andorra y el Amorebieta, los tres últimos clasificados, han marcado menos. Obeng es su máximo artillero con seis dianas y la velocidad del ghanés en sus continuos intentos de desmarque son el principal arma del Huesca en ataque.

Antonio Hidalgo. La llegada del entrenador catalán al banquillo azulgrana en la undécima jornada provocó un importante cambio en el equipo. A partir de ahí el conjunto aragonés fue ganando en consistencia y en poder de contención. Al nuevo técnico le costó enderezar el rumbo de su equipo, aunque una vez que encontró la fórmula fue hacia arriba. Ha abandonado los puestos de descenso, con los que tiene ya siete puntos de ventaja. Su situación ha mejorado de forma exponencial y es que en la jornada 24 -se va a disputar la 32- se encontraba en el abismo.

Los resultados positivos y su ascenso clasificatorio han provocado que la confianza en el equipo aumente y eso se ha trasladado al terreno de juego. Se trata de un equipo que ha ganado en seguridad y que tiene muy claro sus puntos fuertes.

No son precisamente los partidos en su feudo su especialidad. A estas alturas de temporada el Huesca ha sumado más puntos como visitante que en su estadio y es que en El Alcoraz le costaba sacar sus partidos adelante, aunque lamentablemente para el Burgos, en esta última parte de la temporada se está mostrando más fiable delante de su público.

Pese a sus grandes números defensivos no se trata de un conjunto excesivamente conservador que espere en su campo al rival. No rehúye de combinar o de la posesión, aunque es cierto que cuando no tiene el balón se junta bien en el último tercio del campo.

Es un rival que puede poner en problemas a cualquiera a balón parado y es que cuenta con buenos lanzadores y mucha envergadura en sus filas. Será uno de los aspectos que el Burgos deba tener en cuenta de cara al partido del domingo.

Hidalgo no podrá contar con el lateral derecho Miguel Loureiro por acumulación de amonestaciones. El gallego ha sido el jugador de campo más utilizado hasta la fecha. Todo indica que será Blasco el que ocupe esta posición el domingo.

La escuadra blanquinegra se medirá a un oponente granítico, que está en su mejor momento, tanto mental como de resultados, y quiere finiquitar cuanto antes su continuidad en la categoría después de haberlo pasado mal en la primera parte del curso.