Revés en Huérmeces

L.M. / Burgos
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La ya exalcaldesa Silvia González renuncia tras recibir un centenar de firmas de vecinos en contra de su gestión, sobre todo por la construcción de un frontón. «Estoy agotada», confiesa

Silvia González, en una imagen de archivo. - Foto: Patricia

Las últimas elecciones municipales de mayo de 2019 encumbraron por primera vez a la alcaldía de Huérmeces a Silvia González. Cuatro años después, en los comicios celebrados en mayo de 2023, la lista del PSOE volvió a ser la más votada, por lo que fue reelegida. Sin embargo, hace 3 meses cerca de un centenar de firmas recogidas por vecinos -y algunos sin relación con el pueblo, según denuncia la propia González- dieron el punto y final a su mandato.

El origen del desencuentro entre los habitantes de este municipio -hasta 67 votaron su candidatura en 2023- y la ya exalcaldesa tiene su origen en la -fallida- construcción de un frontón. Hace tres años el Ayuntamiento adquirió varias parcelas para levantar un complejo polideportivo formado por dos únicas paredes. Valorado en 252.814 euros y con el visto bueno por parte de los técnicos de la Diputación, el proyecto quedó en stand by. Ha sido este 2024, al reactivarse la cuestión, cuando la presión hacia Silvia González para que desistiera de esta inversión se ha disparado.

A tal punto llegaron las aguas que se presentaron casi un centenar de firmas en contra del mismo, lo que derivó en la renuncia el pasado 5 de junio de la alcaldesa. Meses antes, en abril, se celebró un Pleno en el que la tensión fue notable. «La gente tenía que haber protestado hace 3 años, cuando se compraron las parcelas para hacer la pista polideportiva», apunta. Algunos vecinos de Huérmeces no están de acuerdo con el montante económico que supone esta inversión, otros con su ubicación -en un alto- y a otros incluso les preocupa el impacto visual que podría tener en el pueblo las dos paredes pintadas de verde.

La zona deportiva tenía un coste de 252.814 euros y el visto bueno de la Diputación de Burgos

La ya exalcaldesa siempre había defendido que, tras apostar durante los últimos años por la recuperación y conservación de los muchos bienes patrimoniales (casa del médico, del secretario, iglesia...) con los que cuenta la localidad, ahora el capítulo de las inversiones se pudiera centrar en ofrecer alternativas de ocio o deportivas a los pocos vecinos del pueblo y sus alrededores. «El Ayuntamiento llevaba medio año a paso lento», reconoce. 

Parte del hastío y del cansancio acumulado que le llevó a dar un paso al lado se debe a la falta de secretario, un problema que no solo deben soportar en Huérmeces, sino que se extiende por buena parte de los consistorios de la provincia de Burgos. «La antigua dejó de trabajar a mediados de noviembre y no tuvimos nuevo hasta mediados de febrero», recuerda. Del mismo modo, apunta a que los trámites burocráticos que deben completar son cada vez más complicados y lentos, lo que unido a su empleo fuera del Consistorio terminó por agotarla.

Al frente del Ayuntamiento se ha colocado ahora José Carlos Martínez, número 3 en las pasadas elecciones y que ostentó el bastón de mando hasta que en 2019 le dio el relevo la propia Silvia González. Este confía en lograr la unidad necesaria entre todos los corporativos, sean del partido que sean, para lograr impulsar a Huérmeces.