El Mirandés cumplía su segunda temporada consecutiva en Segunda B después de haber logrado el ascenso en la 08-09. Carlos Pouso se ponía a los mandos del conjunto rojillo y sustituía a Julio Bañuelos, que había conseguido la permanencia sin agobios el anterior curso. Aquella campaña supuso el germen de los éxitos que posteriormente ha vivido el cuadro burgalés y que hacen que la escuadra de Anduva haya militado desde entonces once campañas en el fútbol profesional.
La eliminatoria que ganó ante el Cádiz en mayo de 2011 fue uno de los primeros pasos para el posterior crecimiento de la entidad en todos los ámbitos. Era la primera del play off y se había puesto cuesta arriba en el Ramón de Carranza, donde el equipo había perdido 2-0. Un gol de Haritz Mujika en el 93 hacía el 4-1 en Anduva y daba el billete a los rojillos para la siguiente ronda.
Este sábado, castellanos y gaditanos se verán las caras en el estadio de Anduva -16,15 horas-, aunque en circunstancias diferentes, en el fútbol profesional y con dos proyectos muy distintos a los de aquel curso.
Haritz Mujika, héroe aquel 29 de mayo de 2011, recuerda con mucho cariño el choque. «Fue un subidón para todos, ya que la eliminatoria se puso muy cuesta arriba en la ida al perder 2-0 en Cádiz. Supuso una alegría y un punto de inflexión para lo que se consiguió posteriormente», comenta el exjugador rojillo.
Celebra todo lo que ha crecido el club desde entonces y se siente orgulloso de haber aportado su granito de arena a lo que ahora es el Mirandés.«La afición, el club y el equipo se dio cuenta aquella temporada de que el ascenso a Segunda no era imposible. Nos lo creímos todos, se mantuvo el bloque y la temporada siguiente llegaron los éxitos», explica.
El Mirandés acarició la Segunda División en aquella temporada 10-11, aunque en la última eliminatoria ante el Guadalajara llegó el disgusto. Aunque aquello sirvió para que el siguiente curso los de la ribera del Ebro se convirtieran en uno de los equipos de moda del fútbol nacional al colarse en unas semifinales de Copa y lograr el ascenso a Segunda.
«Los que formamos parte de esa época vemos con satisfacción que el equipo sigue en el fútbol profesional. Han sabido trabajar, han tenido paciencia cuando llegó el descenso y tienen una política de fichajes que les está funcionando a la perfección», comenta Mujika.
La Fe. Tiene claro que el gol que marcó tuvo mucho que ver con la fe: la suya, la del equipo y la de la afición. «Nos marcaron el 2-1 y nos hicieron daño. Una vez que logramos el 3-1, que fue en propia meta, nos volcamos para buscar el cuarto.Ese darlo todo hasta el final permitió que llegara ese gol bonito y aquella gran celebración para todos», comenta el protagonista.
Confía en que el Mirandés pueda sacar adelante el choque del sábado ante el Cádiz y sabe que es «muy diferente» al que jugaron hace más de trece años en el mismo escenario.«El Mirandés está asentado enSegunda y el Cádiz acaba de bajar de Primera y, como les pasa a muchos, le está costando adaptarse a Segunda. Tiene una gran plantilla que el año pasado dio la cara en Primera y en algún momento le darán la vuelta a la situación, aunque esperemos que tarde una semana más», finaliza.