La Policía Local tuvo un domingo 'movidito' el pasado 5 de noviembre, cuando de madrugada y a primera hora del día detuvo a cinco personas en Burgos capital por diferentes motivos y en distintos puntos de la ciudad.
La primera detención tuvo lugar a las 02:30 horas de la madrugada, cuando se recibió un aviso en el que un taxista tenía un problema con una clienta en la barriada Juan XXIII. Cuando la patrulla llegó al lugar se encontró a esta mujer de 44 años que se negaba a salir del vehículo y tampoco manifestaba nada al respecto, hasta que en un momento dado comenzó a relatar frases incoherentes y a comportarse de manera extraña y con una colaboración nula tanto con el taxista como con la Policía. De hecho, se negó a abonar la carrera y de repente tuvo actitud muy agresiva hasta que propinó un tortazo a uno de los agentes en el rostro. De inmediato se procedió a su detención por un presunto delito de atentado contra la agente de la autoridad.
La segunda detención se produjo a las 06:30 horas del domingo en un establecimiento de ocio de la calle San Pedro y San Felices, 59. A lo largo de la noche se intervino en diferentes situaciones con dos jóvenes de 21 y 25 años, varias de ellas por alteración del orden público, hasta que sobre las seis de la mañana se recibió un aviso por amenazas en las que se utilizó una botella de cristal con aristas cortantes.
En el lugar, los agentes encontraron a uno de los jóvenes una actitud muy agresiva, incurriendo en reiteradas desobediencias ante las órdenes y aplicando una resistencia grave y activa durante la intervención, por lo que los agentes procedieron a su detención. Posteriormente fue detenido el segundo joven por las mismas circunstancias, generando lesiones leves a uno de los agentes, que tuvo que ser posteriormente asistido.
La Policía Local de Burgos agradece la colaboración de dos vigilantes de seguridad en la detención de este último individuo ante la agresividad mostrada.
Cerca de dos horas más tarde, en la calle Briviesca, los agentes del cuerpo municipal tuvieron que intervenir tras un aviso ciudadano al encontrarse un varón con sangre en el rostro pidiendo auxilio.
Rápidamente dos dotaciones de la Policía Local se personaron en el lugar y encontraron a un hombre de 29 años con contusiones en la cabeza y diversas heridas en el rostro y en el cuello. Manifestó que momentos antes otro joven le había agredido con un vaso, produciéndole varios cortes, y que posteriormente había huido hacia el entorno del río Arlanzón.
Aportó una descripción detallada del agresor, por lo que los agentes comenzaron una batida por la zona y localizaron al individuo, acompañado de otro joven, a la altura de avenida del Arlanzón con la plaza del Rey.
Al detectar la presencia policial, ambos intentaron huir del lugar, siendo finalmente alcanzados por los agentes, que pudieron ver restos de sangre en las manos así como en la ropa del presunto agresor, reconociendo éste haber estado implicado en una pelea.
Al ser el hecho constitutivo de delito, los agentes procedieron a la detención de este joven de 18 años como presunto autor de un delito de lesiones, ingresando en calabozos y quedando a disposición judicial.
Por otra parte, el acompañante del presunto agresor, otro joven de 19 años, fue trasladado a dependencias policiales, quedando detenido al encontrarse en situación irregular en el territorio nacional.