Un tren llama la atención desde hace unos días a los pasajeros que acuden a la estación de Miranda. Se trata de una nueva serie, la 453, que ha comprado Renfe para renovar su flota de Cercanías. Tal y como avanzó a mediados de agosto el ministro de Transportes, Óscar Puente, las unidades a estrenar entrarán en servicio en 2025, pero antes deben pasar todos los controles sobre la vía para garantizar la seguridad. Por eso está el convoy en Miranda, donde fuentes del sector explican que el operador va a realizar una serie de exámenes entre la ciudad del Ebro y Burgos.
Una de las pruebas será la de gálibo, para comprobar si las dimensiones máximas de los trenes se adaptan a los túneles. Por eso, el operador usará los existentes en puntos como Pancorbo o La Brújula, donde obtendrá la información para evitar casos como el de convoyes mal diseñados que iban a ser derivados a puntos como Cantabria oAsturias, donde se comprobó que por sus dimensiones no podían circular. Las verificaciones entre Miranda y Burgos forman parte de unas comprobaciones generales, ya que también se han realizado en puntos como Alcázar de San Juan en Ciudad Real.
Aquí, explican que el destino de este tren estará «en Bilbao» para la red de Cercanías. En cualquier caso, remarcan que pese a que el Gobierno vasco ya ha comunicado que sus futuras líneas llegarán a Miranda «esta imagen no tiene nada que ver, porque todavía se desconoce qué tipo de modelos» recorrerá la línea que se pretende habilitar en Alsasua y la ciudad.
Estas fuentes sí que indican que la unidad de la serie 453 todavía permanecerá unos días en la estación. El modelo destaca por su gran capacidad de pasajeros y además se trata de un vehículo eléctrico que Renfe adquirió al fabricante Stadler. Esta renovación rompe un periodo de 17 años en la red de Cercanías, aunque se adquirieron en 2021 con José Luis Ábalos todavía al frente del Ministerio.