Llenazo para el debut en Asobal

C.P. / Burgos
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La afición del Tubos Aranda abarrotará el Santiago Manguán para apoyar a su equipo el domingo en el regreso a la élite del balonmano ante el Bidasoa

La afición del Villa de Aranda ha respondido de manera masiva a la llamada del club. - Foto: Valdivielso

El Santiago Manguán se llenará hasta la bandera este domingo -19.00 horas- para vivir el regreso del Tubos Aranda a la Liga Asobal ante el Bidasoa Irún. La afición ribereña se ha volcado desde el minuto uno con el proyecto y ya se han superado el millar de abonados de cara a la campaña 2024/25.

La marea amarilla dejó claro hace unos meses en Burgos que tenía ganas de volver a la élite y tomó El Plantío en la fase final para acabar viendo en directo el épico ascenso de su equipo. El verano no ha mermado la ilusión y, pese a que el Tubos Aranda afronta un reto muy exigente, son más de 1.000 los abonados con los que cuenta club, lo que asegura un gran ambiente en cada compromiso liguero.

La primera cita de la Asobal llegará este domingo con la visita del Bidasoa Irún en plenas fiestas patronales. Se espera que el pabellón presente el ambiente de las grandes citas y que no haya ni un solo asiento disponible en la grada. Los ribereños han dejado buenas sensaciones durante la pretemporada, pero a partir de ahora comienza lo serio: el camino en busca de la ansiada permanencia. El estreno no podía ser mejor, ya que el Bidasoa Irún es uno de los históricos del balonmano español. Además, está atravesando un gran momento y, de hecho, la temporada pasada fue el mejor de los 'mortales'. Acabó segundo por detrás del 'todopoderoso' Barcelona y este verano ha vuelto a configurar un proyecto para estar arriba.

No cabe duda de que el Tubos Aranda tiene ante sí un desafío complejo por la entidad de su adversario, pero contará con el apoyo de toda la marea amarilla detrás en busca de la primera victoria. La afición ribereña ya fue diferencial en la fase de ascenso del curso anterior, haciéndose notar en El Plantío y sosteniendo al equipo en los momentos de zozobra.