En la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Burgos no paran de tachar fechas del calendario. En un visto y no visto, la agenda del 2025 se ha quedado sin huecos, salvo para algún procedimiento de urgencia, y ya han comenzado a citar para enero de 2026. Se trata, reconocen en los pasillos del Palacio de Justicia, de una situación de colapso inédita. Nunca antes había tanto trabajo pendiente.

Y la situación sólo puede empeorar, pues muchos de los señalamientos terminan posponiéndose por falta de testigos o por situaciones sobrevenidas de los justiciables (estratagemas de abogados incluidas). Desde hace tiempo la Sala de Gobierno del TSJ ha solicitado una segunda sección penal o, al menos, un magistrado de apoyo. Pero parece que eso no va a ocurrir de momento.

El Servicio de Inspección del Consejo General del Poder Judicial visitó la semana pasada dicha sección de la Audiencia Provincial para valorar su estado. Ya lo hizo hace unos meses y concluyó que no era necesario crear nuevas unidades o reforzarla con más jueces. En esta ocasión, la sensación es que el informe final irá en la misma dirección.

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