Safemir crece y 4 firmas quieren ocupar su sitio en el Vivero

ARSENIO BESGA / Miranda
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La empresa abandonará las instalaciones de la Cámara de Miranda y dará el salto a una planta de 700 metros cuadrados en cuestión de meses. Está recibiendo grandes encargos con destino a lugares como Italia

Safemir trabaja ahora en la construcción de una protección para maquinaria de ocho metros de largo que se enviará a Italia. - Foto: A.B.

Desde que se asentó en el vivero hace cinco años, Safemir Systems ha ido creciendo y ha pasado de construir protecciones para maquinaria de segunda mano a crear modelos específicos para grandes artilugios de compañías internacionales. Así lo demuestran los últimos encargos en los que está trabajando la compañía afincada en las instalaciones de la Cámara de Comercio. Según explica su fundador, Óscar Arriola, ahora mismo sus operarios desarrollan «un carenado para una fresadora de bancada fija que tiene plato divisor y también hace de torno, que ha sido encargado por un fabricante de primer orden situado en Vitoria y tiene ocho metros de largo, tres de ancho y cuatro y medio de altura».

Se trata de una pieza que terminará en Italia, donde la compañía mirandesa se encargará de montarla, y se alza como el proyecto de mayores dimensiones que ha asumido hasta ahora, aunque este año ya habían cerrado acuerdos para construir otras cuatro protecciones de maquinaria bastante grandes. Arriola reconoce que, precisamente, están «haciendo trabajos casi por encima» de sus «posibilidades», ya que en el Vivero de Empresas disponen de «un espacio de trabajo que son menos de 200 metros cuadrados». Ahora bien, esta limitación está a punto de desvanecerse, pues Safemir ya piensa en asentarse en otras instalaciones.

Arriola apunta que han «encontrado una nave y se tiene que materializar el acuerdo para firmar el contrato, pero posiblemente en un par de meses se podrá abandonar este taller». El gerente de esta firma destaca que para dar este salto ha sido clave «la ayuda de Miranda Empresas, porque la verdad es que hacía mucho tiempo que buscábamos una nave, pero es muy complicado porque la mayoría en la ciudad son más pequeñas y pensadas para almacenes, o muy grandes, o simplemente locales». El inmueble escogido, finalmente, contará con «un puente grúa y otras comodidades», además de un espacio útil de «700 metros cuadrados pero con opción de ampliarlo».

Por tanto, si nada se tuerce, en el Vivero de la Cámara de Comercio quedará libre la nave principal de Safemir, además de otro taller más pequeño aún que todavía utiliza esta compañía. Eso sí, estos espacios no durarán mucho tiempo vacíos, puesto que desde la entidad que gestiona este recinto describen que ya cuentan con un total de cuatro empresas que se han ido apuntando este año a la lista de espera para asentarse en alguno de los pabellones existentes y que hasta el momento se encuentran completamente llenos.

En Safemir esperan con ansia el momento de su salida. El gerente reconoce que «con un taller mejor» tendrían la oportunidad de «crecer y asumir más trabajo», porque en la actualidad se ven obligados a «sacar muchas piezas a la calle y eso implica una gran inversión de tiempo, además de que el cambio de nave supondrá un salto para unificar todo en un solo espacio y ganar tanto comodidad como seguridad al reservar pasillos para caminar o mover menos las piezas».

Arriola añade a todo esto que, mientras permanezcan en el vivero, resulta «imposible» generar más puestos de trabajo, pero con el cambio tiene la idea de sumar al menos «a un nuevo trabajador para ser nueve personas en total». Esa cifra no dista mucho del objetivo que se marcó cuando ideó la marca Safemir hace una década, pues explica que «la idea era que en 2024, cuando se cumplen diez años de la creación de la empresa como tal, se alcanzaran los diez empleados», concluye.