El PSOE de Burgos denunció ayer que la construcción del nuevo centro de salud Federico García Lorca, en el Silo, sumará otros seis meses de retraso al ya previsto por la rescisión del contrato con la última adjudicataria de la obra -estimado en unos dos años- al haber expirado también el permiso municipal para acometer los trabajos. La secretaria general en Burgos, Esther Peña, recordó ayer que la licencia, que se había prorrogado, decayó a la vez que la Consejería de Sanidad rescindió el contrato con la constructora Urbas. «Pedir una nueva licencia aumentará y dilatará los plazos. Hablamos de que, desde 2012, la obra sumará dos años y medio más de paralización», dijo Peña, subrayando que, ante esta situación, «el PSOE de Burgos lo que tiene que pedir es la dimisión del consejero de Sanidad».

El García Lorca se abrió en unos bajos de la calle del mismo nombre a mediados de los años ochenta con carácter provisional y, casi cuarenta años después, sigue en el mismo lugar y, por tanto, sin capacidad ni espacio para prestar una atención sanitaria de calidad. Así, hace tres años que la Consejería de Sanidad optó por colocar unas casetas de obra en la parte trasera del centro de salud (en la jerga oficial, «módulos») para 'crear' más consultas. «Se condena a más de 25.000 vecinos a pasar consulta en la calle, a la intemperie, con frío, en malas condiciones durante más de cuatro años», dijo Peña, aunque, según datos oficiales de 2023, el García Lorca tiene 16.147 tarjetas adscritas (en Burgos, 25.000 pacientes solo tiene el José Luis Santamaría, en Casa La Vega).

En cualquier caso, la secretaria general de los socialistas en la provincia recordó que la Junta, «PP y Vox, tienen que explicar qué van a hacer a partir de ahora, no solo con la infraestructura, sino con la situación de los profesionales que atienden aquí y, sobre todo, con los 25.000 vecinos que acuden a recibir atención sanitaria en unas condiciones denigrantes» (...).

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