La Policía Nacional de Aranda de Duero detuvo el miércoles al ladrón que había robado en diversas ocasiones en el lampadario de la iglesia parroquial de Santa Catalina. De hecho, según indican varios testigos, el caco salió esposado del propio templo. Tras irrumpir el domingo en plena misa y huir al ver a tantos fieles, este individuo volvió a las andadas el martes. Poco después de las 10 y media de la mañana, arrampló con el carro de la compra y dos carteras de una feligresa que se encontraba en la capilla. Se llevó su documentación, alrededor de 45 euros y unas llaves. El miércoles, ni corto ni perezoso, siguió esta misma 'rutina'. Sin embargo, en la panadería que hay justo enfrente de la iglesia le vieron entrar y, al reconocerle, llamaron de inmediato a la Policía.
Al parecer, le identificaron porque el domingo también sufrieron las fechorías de este ladrón, que aprovechó que estaban descargando el pan de la furgoneta para sustraerles unas cazadoras. Pues bien, después de al menos media docena de robos, el caco ha sido arrestado y, según indican fuentes policiales, ha pasado a disposición judicial. El propio párroco, que el domingo frustró otros dos intentos de este encapuchado, celebró «la suerte de haberle cogido».
Entre tanto, en la madrugada del martes al miércoles, varios vehículos aparcados en el barrio de Santa Catalina amanecieron con los cristales rotos y los objetos que había en su interior tirados. Algunos vecinos sospechan del ladrón del lampadario. No obstante, la Policía se encuentra investigando los hechos, que ocurrieron en las calles Antonio Machado y La Tejera. Al menos 4 coches sufrieron daños.
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