La Gerencia de Atención Primaria ha distribuido los ecógrafos que compró a finales del año pasado entre los centros de salud que solicitaron un equipo de este tipo: Miranda Este (compartido con las urgencias), Aranda Sur (compartido con Aranda Rural y su servicio de urgencias), el de Salas, el José Luis Santamaría (Casa La Vega, en la capital), el Burgos Rural Norte y Sur, Los Cubos y San Agustín. A estos se añade otro, portátil, que compartirán los centros de salud de Lerma (febrero, marzo, agosto y septiembre), Villadiego (abril, mayo, octubre y noviembre) y Pampliega (junio, julio, diciembre y enero).
Así, Atención Primaria ha multiplicado en dos años por cuatro esta dotación tecnológica, ya que en 2023 instaló otros ocho aparatos: en el centro de salud de Briviesca (pioneros en el manejo de esta técnica de diagnóstico mediante imagen en la asistencia ambulatoria y ahora referencia en la Comunidad), en el Cristóbal Acosta e Ignacio López Saiz (también para docencia), en el Aranda Norte, en La Antigua (en la capital, pero se lleva a la zona de Lerma), en Las Torres (de rotación para la capital), Miranda Oeste y en el de Villarcayo (en este caso, procede del hospital de Miranda, el Santiago Apóstol). Y a estos se añade el instalado en la Unidad de Atención a la Mujer, la UAM, que está en el edificio del servicio territorial de Sanidad, en la capital (paseo Sierra de Atapuerca).
En total, Sacyl ha instalado 17 ecógrafos en centros de salud de la provincia, la mayoría comprados con presupuesto que el Gobierno de España habilitó para modernizar la Atención Primaria. Y esta inversión no solo agilizará pruebas de imagen cada vez más demandas -y, por tanto, también los diagnósticos-, sino que evitará derivaciones a los servicios de Radiología de los tres hospitales de Burgos, que están muy saturados.
Sirva como ejemplo que, con datos de finales del 2023, los burgaleses pendientes de esta prueba esperaban una media de 68 días si la demora se atribuye únicamente a los recursos y medios de Sacyl. Si la espera se atribuye al «criterio clínico» se duplica hasta los 142 días de media (algo más de cuatro meses) y si es por aplazamiento voluntario, la media es de 111 días.
4.000 pruebas pendientes. Pero entre los tres hospitales, y siempre según información oficial, a finales del año pasado había 3.881 personas pendientes de esta prueba en Burgos, a pesar de que el HUBU derivó casi un millar al hospital de San Juan de Dios.
Semejante cifra da idea de la necesidad de agilizar las citas médicas para estos estudios, pero también evidencia la carga que va a asumir la Atención Primaria, que garantiza formación continua a sus facultativos y que puedan utilizar así los ecógrafos de forma cotidiana. De esta manera se conseguirá el objetivo de «incrementar la capacidad resolutiva del médico» de familia, dicen fuentes oficiales, matizando que también se «consigue adaptar la Atención Primaria a la realidad social y tecnológica existente, humaniza la asistencia, da respuesta de forma rápida y satisfactoria a los nuevos requerimientos de información de los usuarios, evita demoras diagnósticas y derivaciones innecesarias».