Damian, Nikolas y Álex estrenan guardería

I.M.L./ Pedrosa de Duero
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Los tres primeros niños de la escuela infantil de Pedrosa de Duero tienen el privilegio de contar con una profesora para ellos solos y sus padres con un lugar cercano para poder conciliar

El pequeño Álex y Damián juegan en la zona de asamblea con Beatriz, la encargada de que, además de pasárselo bien, aprendan cada día una cosa - Foto: I.M.L.

Las ventajas que aporta vivir en una pequeña localidad giran en torno a la tranquilidad y la cercanía con los vecinos, pero como contrapartida hay muchos servicios que no se prestan en todos los municipios del entorno rural, lo que lleva a muchas familias a buscar otro lugar más grande donde vivir. No es el caso de Pedrosa de Duero que, aunque tiene otras carencias, las familias jóvenes tienen a la vuelta de la esquina una escuela infantil, nueva y con los últimos adelantos para la seguridad y aprendizaje de los pequeños. «Teníamos plaza en Roa, pero cuando nos dijeron que iban a abrir aquí, no nos lo pensamos y le cambiamos», explica Ana Sanz, la mamá de Álex, el más pequeño de los bebés que han tenido la suerte de estrenar las instalaciones, después de una reforma que hizo que lo que era un centro de avisos agrícola cerrado hacía años se transformase en una luminosa guardería.

En el mes y medio que lleva funcionando, esta escuela infantil cuenta con un reducido grupo de privilegiados alumnos. Damian, Nikolas y Álex comparten sus mañanas de lunes a viernes, bajo la supervisión de Beatriz Calvo y la ayuda de Irene, que está haciendo sus prácticas para obtener el título de educadora infantil. «Al ser tan pocos, están como en familia, juegan entre ellos y hasta hay uno, el mayor, que le gustan mucho los bebés y se preocupa mucho de Álex, está muy pendiente», apunta Ana. Y es cierto, nada más sentarles en la zona donde todas las mañana comienzan haciendo una asamblea, Damian se preocupa de que el peque de la clase esté bien sentado y le pone el chupete.

Así empiezan la jornada, aprendiendo los días de la semana, los números, qué tiempo hace y si están alegres o no. «Aunque son muy pequeños, están muy atentos, ya han interiorizado esta rutina y responden y se implican; hasta introducimos alguna palabra en inglés para que se les vaya haciendo el oído», explica Beatriz esta actividad diaria. Y da resultado, porque cuando terminan se despiden de la mascota de la clase con un más que bien pronunciado bye, en vez del adiós castellano.

La apertura de esta escuela infantil, de la mano de San Gabriel - Ciudad de la Educación, es un aliciente para retener población joven en Pedrosa de Duero y las localidades de su entorno. «Es un alegato más para ello, ya que tenemos otras cosas que en pueblo por desgracia son escasas, como la sanidad u otros servicios, tener algo para los niños que te permita a ti tener una mejor conciliación familiar es un lujo, porque por aquí sólo está la Roa y así hay otra cosa donde elegir», defiende Ana. Una idea que comparte la alcaldesa de Pedrosa, Marián González que asegura que «esta es la niña bonita del municipio, porque esto es un lujo para el medio rural y para que las familias puedan beneficiarse de ello, porque tenemos a muchos jóvenes en el entorno». De hecho, antes de que acabe el curso está previsto que se triplique el número de niños porque «hay otros tres que acaban de nacer y están esperando sus padres un poco para traerles».