La temporada estival, la más propicia para el disfrute de las terrazas de hostelería, acaba de concluir y también la labor inspectora de la Policía Local para comprobar si cumplen con la normativa que las regula. Sin embargo, la convivencia de dos normas diferentes hasta el próximo mes de noviembre, que es el periodo de adaptación que tienen los hosteleros para cumplir con la nueva ordenanza que entró en vigor en mayo y que introduce importantes cambios, ha limitado el trabajo de los agentes prácticamente a la comprobación de que estén al corriente del abono de la tasa aunque también se han encontrado otras infracciones vinculadas al aumento de mesas o sillas y al horario de cierre. 

La tarea de supervisión, llevada a cabo de mayo a agosto, se centró fundamentalmente sobre 120 terrazas que el área de Tributos tenía señaladas por no haber pagado el importe correspondiente al número de mesas y sillas autorizadas por Licencias, de los 738 recibos girados. Los policías locales comprobaron que algunos establecimientos habían sido traspasados a otros hosteleros y estos no figuraban como titulares y no se les había puesto la autorización a su nombre, lo que se solventará en el ámbito administrativo, y otros habían cerrado el establecimiento y no lo habían comunicado aunque finalmente se levantaron 25 actas de infracción por este motivo.

La visita policial ha provocado que la mayoría de ellos finalmente cumplieran con esta obligación de pago con la excepción de 8. «Nosotros denunciamos y la sección de Licencias es la que tiene que tramitar la denuncia. A los 8 que todavía no han pagado les estamos haciendo una segunda visita para recordarles el acta de infracción y que no pueden mantener abierta la terraza si no pagan. Si persisten, el Ayuntamiento adoptará otras medidas», indicaron fuentes del Cuerpo local.

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