Daniel, Ismael o Naira son algunos de los pacientes del HUBU que en la próxima temporada de rallies recorrerán mundo con la piloto burgalesa Cristina Gutiérrez, aunque sea solo de forma figurada: los tres forman parte del grupo de 25 pacientes, todos de la planta de Pediatría, que se han encargado del diseño de su nuevo casco. «Algunos dibujos son auténticas obras de arte, tienen muchísima fuerza y la voy a llevar conmigo», afirmó Gutiérrez ayer, en la presentación de la exclusiva cobertura que le protegerá la cabeza en las próximas competiciones. La primera, la Extreme E.
La piloto puso cara a los artistas que han participado en la iniciativa, que surgió en una conversación familiar. «Cada año suelo cambiar el diseño de los cascos para empezar un campeonato y, como mi hermano trabaja en el hospital, esta vez pensamos en algo diferente», explicó, después del acto oficial en el que los menores y/o sus familiares conocieron a Gutiérrez y pudieron comprobar in situ el resultado de tan inusual colaboración.
«Hay niños con tratamientos distintos, por lo que cada uno ha necesitado un tiempo diferente para terminar su dibujo», comentó la piloto, antes de matizar que «hace un mes ya teníamos todos y ahora están en Austria, con el pintor, porque al final hemos querido ponerlos todos en el casco». Pero, dado que aún está «mojado», la primera exhibición se hizo con pegatinas. Y los críos, de nuevo, fueron protagonistas: la piloto llevó pegatinas con cada uno de los dibujos, por lo que los autores fueron adhiriendo sus respectivas obras en un casco. «Ha sido un evento muy bonito y emocionante, porque hay niños que ya no están y sí sus familias, así que ha cobrado más sentido todo», añadió Gutiérrez.
Los pacientes muestran los dibujos que hicieron durante su ingreso en la planta de Pediatría y que Gutiérrez lucirá esta temporada en su casco. - Foto: Alberto RodrigoCambio climático. La idea era estrenar diseño en el primer campeonato de la temporada, que es la Extreme E; una prueba que surgió con la intención de concienciar acerca de los efectos del cambio climático visibilizando un problema concreto en cada uno de los países que recorre. Así, pediatras y profesores del Aula Hospitalaria del HUBU invitaron a los críos a hacer un dibujo relacionado con la naturaleza y rematarlo con una palabra o frase, en español e inglés, relacionada con su tema.
Ismael Ubierna, por ejemplo, contaba ayer que decidió dibujar «un perro cocodrilo» para espantar al miedo, que es la palabra que ilustra su obra. «A mí me dan miedo las operaciones y las alturas», dijo, confiando en que su criatura ayude a Gutiérrez y al resto de artistas pediátricos con sus diversos temores. Y otro tanto los demás.
Gutiérrez pretendía estrenar el nuevo casco en la próxima carrera de la Extreme E, que se correrá en dos semanas en Italia. Pero si no está a punto, lo vestirá en la siguiente, que se celebrará en agosto en Chile. «Los niños van a correr conmigo en cada carrera, son los verdaderos protagonistas de esta actividad y yo estoy encantada de poder pasar tiempo con ellos», añadió. Y, a juzgar por las sonrisas, la cantidad de autógrafos y fotos solicitadas, ellos también lo estaban.
Como recuerdo, la piloto les entregó una camiseta y una libreta con los 25 dibujos estampados, una gorra y sus respectivas creaciones enmarcadas.