La reforma de la sede sindical arranca ya y acabará en 2025

L.M. / Burgos
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El Ministerio de Hacienda invertirá 2,4 millones en mejorar de forma notable la eficiencia energética del inmueble de la calle San Pablo. Se cerrarán plantas por fases durante la obra

La marquesina protectora se instaló a principios de 2019. - Foto: Valdivielso

Tras más de cinco años con una marquesina protegiendo a los viandantes de posibles desprendimientos -y mucho más tiempo demandando una actuación profunda- la reforma del edificio de los sindicatos arrancará este mismo mes. El Ministerio de Hacienda ya tiene adjudicataria para llevar a cabo un proceso de rehabilitación energética del inmueble de la calle San Pablo, que afectará principalmente a su fachada.

El plazo de ejecución firmado es de 16 meses -se espera que la obra culmine a finales de verano de 2025- y la inversión que acometerá la Sociedad Mercantil Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio (Segipsa) alcanzará los 2,4 millones de euros. Durante el desarrollo de los trabajos se tendrán que cerrar las plantas en las que se actúe, lo que obligará a reorganizar la atención que ofrecen estas asociaciones.

La mejora de la envolvente del edificio afectará tanto a la cara principal y las medianeras como a las secundarias: en las primeras se colocará un trasdosado interior con una placa de yeso laminado y aislamiento térmico de 10 centímetros. En cuanto a las secundarias se sustituirá el revoco de mortero actual por una fachada tipo SATE con aislamiento térmico y acabado de tipo revoco similar al existente. Además se aprovechará la instalación de un andamio para sanear el soporte existente.

La rehabilitación comprenderá también a las cubiertas y a la carpintería del edificio. En el tejado se cambiará el acabado del salón de actos y de la azotea de la planta sexta y se aplicará un aislamiento térmico. Igualmente se mejorará el aislamiento y la impermeabilización de la cubierta principal inclinada. En cuanto a la carpintería se pasará de la madera al aluminio con RPT y vidrio bajo emisivo con cámara de aire. Los acabados, no obstante, se mantendrán.

Con todas estas acciones, el Segipsa, organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, espera que el consumo de energía pase de los 212 kWh/m2 al año a los 113,8, un paso de etiqueta D a C. Las emisiones de CO2 se reducirán a la mitad.

Problema. El mal estado que sufre el edificio salió a la luz tras encargar tanto UGT como CCOO un informe dentro de la evaluación de la Inspección Técnica de Edificios que obliga el Ayuntamiento. El documento relevó múltiples deficiencias, así como la presencia de «piezas agrietadas, despegadas y con desplazamiento hacia el exterior» en el pórtico de la azotea o las «piedras sueltas» que hay junto a la balaustrada de la segunda planta.