Son incontables las horas de trabajo que Eduardo Vicario Fernández, profesor de Historia, ha dedicado durante los últimos 20 años a bucear en diversos archivos para recabar el nombre y los apellidos de todos y cada uno de los bautizados en su querido pueblo, Valdeande, desde 1616 -antes no hay datos- hasta 1915. Una ardua labor que ahora se ha materializado en un libro, Hijos de Valdeande. En total, han aflorado más de 4.000 valdeandinos. Pero esta, como él mismo apunta, es solo "una pequeña parte", ya que su investigación va más allá y en un futuro prevé sumar sendos capítulos dedicados a casados y difuntos.
Cuenta que arrancó con esta inquietud allá por el 2000. Lejos de centrarse únicamente en su familia, se propuso como meta abordar todos los nacimientos que se hubieran producido en este municipio de la Ribera del Duero. Vicario acudía cada viernes al Archivo Diocesano de Burgos y escribía de su puño y letra cada inscripción. Una a una. Después lo digitalizó. Y, más tarde, ha dado forma a esta importante cantidad de historias con un primer volumen cargado de curiosidades. Entre ellas, el parto de unos gemelos procedentes de Santa María del Mercadillo o el juicio a un hombre que negó la paternidad de una criatura a la que bautizaron con agua de socorro con el nombre de Fortunato Pedro. Vicario también destaca que se ha encontrado con partidas de niños a los que abandonaban. "Si veía que el cura escribía un párrafo más grande de lo normal, se activaban todos mis sentidos. A veces los dejaban a la puerta de la iglesia y se les ponía de apellido San Pedro", detalla.
Fruto de su estudio, Vicario ha concluido que marzo era el mes con más nacimientos y junio y julio cuando menos valdeandinos han llegado al mundo. En cuanto a los nombres más habituales, entre los masculinos ganan Juan, Manuel y Pedro. Mientras, en mujeres predominan las María, Ana e Isabel. Y en lo relativo a apellidos, Hernando, Peña y Vicario figuran entre los más comunes en Valdeande.
Por ahora, ya ha vendido cerca de 250 ejemplares de Hijos de Valdeande, un libro que sus vecinos han acogido con gran emoción y que muchos valoran como "una joya" para la localidad ribereña. "Hay quienes se han emocionado nada más tenerlo en sus manos. Este libro les está permitiendo conocer mejor sus raíces", dice. Ahí está, por ejemplo, la familia del médico Don Rafa, "una institución" en los años 20, según Vicario. Se casó con una vecina de Valdeande. Con el tiempo se mudaron a otro lugar. En cuanto sus nietos se enteraron de su investigación se pusieron en contacto y en verano volvieron al pueblo para hacerse con un ejemplar. "Nunca pensé que tendría esta acogida por parte de muchas personas que me han mostrado gran afecto en temas históricos que a veces no se valoran tanto". Se propuso rescatar a sus antepasados y vaya si lo ha logrado.