El abanico de posibilidades que puede llegar a ofrecer el ramal norte del Corredor Central en materia logística de mercancías es enorme. Reabrir la infraestructura del conocido como Tren Directo, que conecta en línea recta Madrid, Aranda de Duero y Burgos y que lleva más de una década cerrada es una de las demandas más reiteradas de la sociedad burgalesa en su conjunto.
Desde que un desprendimiento bloqueó el túnel de Robregordo en mayo de 2011, los empresarios y los vecinos de la provincia vienen demandando la reapertura de esta infraestructura desde la ciudad castellana hasta el norte de la capital de España. De lograr restablecer el tráfico habitual de trenes, el volumen de mercancías que se podrían llegar a mover a través de este corredor podría multiplicar exponencialmente las cifras que ahora deben dar el soporífero rodeo por Palencia y Valladolid.
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