El uso del bus urbano en Aranda vuelve a máximos

L.N. / Aranda de Duero
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El Ayuntamiento contratará un estudio para analizar la necesidad de más frecuencias y paradas, y de llegar al futuro hospital, al polideportivo Santiago Manguán o a La Aguilera. También revisará precios y planteará bonificaciones

El tripartito quiere implantar un sistema de digitalización para conocer en tiempo real quién y cómo usa el bus. - Foto: Luis López Araico

Suma y sigue. El servicio de transporte público de Aranda de Duero va a más ejercicio tras ejercicio hasta finalizar 2024 con un total de 111.871 usuarios, lo que representa un aumento del 10% respecto a 2023, cuando se contabilizaron 101.380 viajeros. Se trata de la cifra más alta de los últimos seis años y supone la recuperación, al fin, de los datos previos a la crisis del covid, con 108.433 pasajeros en 2019. Después, el confinamiento domiciliario y las restricciones de movilidad hicieron que el número se desplomara hasta los 62.600 viajeros en 2020 y aunque subieron a 78.448 en 2021, volvieron a descender en 2022 a 76.538. Ahora encadenan dos años consecutivos al alza por encima de 100.000 usuarios. 

Según los datos facilitados por el Consistorio de la capital ribereña, octubre fue el mes con un mayor número de pasajeros con 12.789, seguido de noviembre con 12.018 y de mayo con otros 10.392. En el lado contrario se sitúa agosto con 7.043 viajeros y julio con 7.797. Este descenso, al igual que sucede en marzo o abril dependiendo de cuándo se celebre la Semana Santa, se achaca al periodo vacacional, especialmente de los estudiantes que utilizan el autobús para acudir a los institutos ubicados en las afueras de Aranda de Duero. 

En cuanto a la franja horaria, se constata un mayor uso del autobús urbano por las mañanas, dado que mucha gente, especialmente personas mayores, utilizan este servicio para acudir a los centros de salud y el hospital. No obstante, no existen grandes diferencias respecto a las tardes. En enero del año pasado, por ejemplo, se contabilizaron 4.963 usuarios en horario matutino y 4.402 en los trayectos vespertinos. En el caso de febrero, hubo 5.267 en el primero y 3.806 en el segundo, mientras que en octubre se registraron 6.393 viajeros por las mañanas y 6.193 en el turno de tarde. 

En el equipo de gobierno del Ayuntamiento arandino, donde se acaba de crear una concejalía específica de Movilidad con Juan Manuel Martín al frente, valoran de manera positiva el aumento del número de usuarios y remarcan la importancia de evitar un uso excesivo de los vehículos privados, como se recoge tanto en la Agenda Urbana como en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), en aras de reducir las emisiones de CO2. 

En este momento, el tripartito, formado por Sentir Aranda, Podemos-IU y Ciudadanos, trabaja en la contratación de un estudio que permita analizar la necesidad de sumar nuevas frecuencias y paradas y llegar al polideportivo Santiago Manguán, el futuro hospital o La Aguilera, entre otros, dentro del nuevo mapa que se configurará. También quieren analizar los costes que implicaría incrementar la flota, el número de conductores y la infraestructura necesaria para su gestión. 

Fuentes municipales indican que su idea pasa por incluir sistemas para la digitalización del transporte urbano que permitan conocer en tiempo real quién se sube y quién se baja, en qué lugares y en qué momentos del día se producen los picos más altos, para poder ajustarse mejor a las necesidades de arandinos y visitantes y si es necesario se modificarían los horarios, se reforzarían determinadas franjas y se ampliarían a fines de semana o eventos especiales. Asimismo, en ese informe que se sacará a licitación en las próximas semanas se analizarán las tarifas, el precio de los bonos y se estudiarán posibles bonificaciones. 

A nivel económico, el Ayuntamiento de Aranda recaudó 52.801 euros el año pasado por el servicio de transporte urbano. Esta cifra apenas cubre el 14% de su coste, que asciende a unos 350.000 euros anuales.

Que incluya todo. Desde el equipo de gobierno subrayan que su intención es que la futura gestión de los autobuses urbanos incluya los servicios excepcionales que se prestan en distintos momentos del año, como pueden ser los trayectos a las piscinas de verano, al recinto del Picón tanto en Sonorama como en las fiestas patronales para acudir a los conciertos y a las barracas o al cementerio con motivo del Día de Todos los Santos, y que no requieran contratos adicionales.

Cabe recordar que el actual contrato finaliza en diciembre de este año. Aunque en el pleno de noviembre se debatió una modificación para permitir prórrogas anuales en vez de una única prórroga por cinco años (algo que contaba con el visto bueno de la empresa concesionaria), la oposición -que suma mayoría- votó en contra. Una vez esté el citado estudio, en el equipo de gobierno aseguran que tratarán de agilizar los plazos para evitar que a finales de año se interrumpa el servicio.