Luz verde a la planta de biogás de Milagros

I.M.L. / Milagros
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La Junta obliga a la empresa a un análisis de olores al año de empezar a funcionar para comprobar si afecta a áreas sensibles cercanas como requisito para mantener la declaración de impacto ambiental

La protesta de los vecinos contra las plantas de biogás se llevó a las puertas de la Junta en Burgos en diciembre. - Foto: Alberto Rodrigo

Los trámites para la implantación de una de las plantas de biometano proyectadas en el término municipal de Milagros avanza. La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León ha dictado la declaración de impacto ambiental para la planta de valorización de residuos Milagros Bioenergy, pero le impone una serie de condiciones para mantenerla. Una de ellas es la obligación de realizar un estudio olfatométrico «durante el primer año después del inicio de la actividad» para «determinar si las medidas impuestas son suficientes para garantizar que no afecte a áreas sensibles cercanas».

El nivel garantista de la administración en este tipo de proyectos marcha también las condiciones en las que se tiene que realizar este estudio de la concentración de olores en las inmediaciones de la planta. Para ello, se tendrán en cuenta «al menos tres estaciones meteorológicas» que estén en el radio de las instalaciones para comprobar «que no haya afecciones sobre la población». En el caso de sobrepasar los límites permitidos, esta autorización ambiental, que desde ayer está a disposición pública en el Boletín Oficial de Castilla y León, podría obligar a Milagros Bionergy a «modificar las medidas implementadas y cualquier otra adicional que fuera precisa para que la afección por la inmisión de olores a las zonas residenciales cercanas no supere los límites establecidos en la autorización ambiental».

Algunas de esas medidas iniciales buscan incrementar la protección frente a los olores, más allá de las alternativas correctoras que propone la empresa en su proyecto. Una de ellas es la limitación tanto del volumen como del tiempo de almacenamiento de los residuos orgánicos «al mínimo imprescindible», sin especificar cuál es el margen temporal para estos casos, además de pedir que se evite «su volteo y/o manipulación en días con vientos fuertes que puedan propagar los malos olores a zonas más sensibles».

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