El pirómano que está acusado de quemar una veintena de vehículos en Aranda de Duero se encuentra en libertad desde el mes de mayo. Así lo confirman fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, en base a lo expresado por el Juzgado de lo Penal.
Aunque en el escrito de la Fiscalía Provincial de Burgos se manifestaba que este individuo se hallaba en prisión provisional tras ser detenido por la Policía Nacional en agosto de 2022, ahora desde el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León confirman que el encausado está en libertad.
Todo ello a la espera del juicio por un delito continuado de daños mediante incendio que está previsto que se celebre en Burgos los días 20, 21, 22, 26 y 27 de marzo de 2024.
La Fiscalía Provincial ha solicitado tres años de cárcel para este individuo, además de indemnizar a los titulares de los coches que presuntamente quemó en casi todos los barrios de la capital ribereña entre abril y agosto de 2022. Hasta ahora, algunas compañías aseguradoras han compensado a sus clientes por los perjuicios que sufrieron con alrededor de 15.000 euros. No obstante, la cantidad global se determinará en la sentencia después del juicio, según lo expuesto en el escrito del Ministerio Público.
Cabe recordar que los primeros fuegos se produjeron el 21 de abril entre las 3:50 y las 5:40 horas de la madrugada en varios puntos de la ciudad, como la calle Bajada del Molino, el aparcamiento del Hospital de los Santos Reyes, el párking del centro de salud de la calle Burgo de Osma y la calle María Pacheco. En total, seis coches sufrieron daños. En algunos casos, los vehículos fueron declarados como siniestro total. Después llegaron más episodios de quema de coches, como el de mayo en las Eras de Santa Catalina u otro más el 1 de junio en la avenida Goya. En este último incidente, las llamas se propagaron y afectaron a otro vehículo más.
Al parecer, tal como detalló el comisario de la Policía Nacional tras la detención del pirómano, usaba su propia camiseta como mecha. La impregnaba con una sustancia, la prendía fuego y después la colocaba en las ruedas de los vehículos aparcados.