Arranca el partido y el balón acaba dentro de la portería a los pocos segundos de poner el balón en juego. Pues en la política, como ocurre en el fútbol, todo puede dar un giro radical en un abrir y cerrar de ojos. Bien lo sabe José Ignacio Barriuso, alcalde de Pedrosa de Valdelucio, pedanía del Valle de Valdelucio con apenas 25 habitantes, que ganó las elecciones municipales hace menos de cinco meses y le han marcado un gol de récord en forma de moción de censura. En este corto periodo de tiempo tampoco le ha dado tiempo a mucho más que a limpiar el pueblo y arreglar un par de calles, pero asegura que la oposición «ha ido casa por casa buscando apoyos» y ha conseguido el resultado que buscaba.

Barriuso (PSOE) logró ganar las elecciones de este pequeño pueblo de la comarca de Páramos con diez votos, mientras que segundo quedó el candidato del PP, Mauro Poza, con nueve. Marina Ortega se presentó por Impulso Rural (IR), pero únicamente sumó su voto y ahora se propone como nueva regidora. «Hemos perdido totalmente la confianza en el alcalde, decía que iba a haber transparencia y no ha sido así, se han contratado obras por amiguismo y pediremos explicaciones de las cuentas; ya vale de jugar con ese dinero que no es tuyo», expone la joven, que insiste en que ese descontento les ha empujado a dar el paso para cambiar de cara al frente del Ayuntamiento.

Hasta 15 vecinos han firmado esta moción de censura, una cifra que resultaría suficiente para echar a Barriuso. Eso sí, tendrán que confirmar todos ellos su postura en la sesión extraordinaria que se celebrará el 2 de noviembre en el salón de plenos del Ayuntamiento de Valle de Valdelucio (en Quintanas de Valdelucio) y por ello ya se ha convocado a todos los electores incluidos en el censo municipal.

«Han ido por las casas enredando, diciendo mentiras y amenazando, no sabemos sus intenciones», asegura Barriuso, que ve en sus 'rivales' «ansias de poder». De hecho, manifiesta que una de las personas que firman el escrito no estaba empadronada en Pedrosa de Valdelucio en la cita electoral.

El candidato del PP, Mauro Poza, asegura a este periódico que prefiere no hablar del tema, que él no optará a la Alcaldía, que no tiene «nada que ver» en este asunto y que se trata de algo que ha decidido la mayoría absoluta. Eso sí, aparece como uno de los firmantes de la moción. Por su parte, Marina Ortega expone que «los vecinos estábamos a disgusto y me propusieron a mí para ello». La joven vive en el pueblo y confía en encontrar pronto trabajo allí para no tener que desplazarse a Burgos.

La guerra en este caso no va de colores políticos y más bien se trata de una cuestión de amistades, enemistades e intereses. «Yo tengo mi trabajo, me puse para hacer un bien al pueblo y no tengo ningún vínculo político», asegura Barriuso, que insiste en que, si la gente quiere que se marche, se irá con la conciencia muy tranquila.

El alcalde del Ayuntamiento del Valle de Valdelucio, Fernando del Olmo, también se muestra «sorprendido» por esta situación y no entiende qué ha podido suceder tan grave como para tomar esta decisión. En cualquier caso, aclara que no tomará partido por nadie.