Ángel Ruiz, el último sospechoso en la investigación de la Policía Nacional sobre el triple crimen de Burgos, ingresó en prisión en el año 2013 -en ese momento con carácter provisional- como presunto responsable principal de la desaparición de Shibil Angelov, un vecino de Briviesca con el que tenía relación. Y allí permanece tras ser condenado en 2014 a 18 años de cárcel por el asesinato de Rosalía Martínez Gandía, vecina de La Parte de Bureba a la que había atropellado intencionadamente en verano de 2011. En este tiempo ha pasado por dos centros penitenciarios, los de Burgos capital y Dueñas (Palencia), donde ingresó temporalmente tras verse implicado en una pelea en el de la barriada de San Juan. La familia que le queda, su madre, su hermana y su cuñado, han seguido manteniendo una relación fluida con él, tanto con visitas autorizadas como con llamadas telefónicas y cartas y postales. Es decir, que entre rejas cuenta con el total apoyo exterior de sus parientes, tal y como consta en las actuaciones judiciales a las que ha tenido acceso este periódico.
Es más, estos familiares están muy preocupados sobre la investigación.Así se desprende de algunas conversaciones interceptadas durante la última reapertura del caso, a partir de 2016. De hecho, poco antes de que fuera a declarar como investigado en el sumario del triple crimen -en septiembre de ese año- recibió la visita de su progenitora y de su hermana. Esta última le comenta que tenga «cuidado» por si acude a prisión un policía que le conoce desde la investigación sobre los insultos que pintó en el panteón de Salvador Barrio el mismo día de su entierro y por los que fue condenado. En ese encuentro Ángel Ruiz les dice a sus parientes que las pruebas que reunió contra él la Guardia Civil «no valen nada», a lo que su hermana le replica que no se ande «por las ramas», que se centre «en las preguntas» que su abogado le va a traer.
Se interesa también el sospechoso por la jueza, en concreto por si es nueva, a lo que ella le contesta que sí. Desde 2014, en que se reabrió la causa con el foco puesto en el vecino de La Parte de Bureba, por el Juzgado de Instrucción 2 han pasado tres magistradas. También conversan sobre la relación que unía a Ángel con los hijos de Salvador, tanto con Álvaro, asesinado, como con Rodrigo, único superviviente. El recluso advierte que nunca habló con ellos, que siempre iban con su madre.
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