El Ayuntamiento de Miranda decidió a principios del verano instalar una señal al inicio de la carretera que rodea la urbanización de Los Corrales para prohibir el tránsito de los camiones hacia la zona donde se sitúan las canteras, de tal forma que para acceder a ese lugar los vehículos pesados deben emplear el vial que comienza en la pedanía de Orón. Esta regulación del tráfico se estaba cumpliendo, pero la situación ha cambiado recientemente. Los vecinos que residen en estas casas unifamiliares han detectado que los tráilers cargados con grava han vuelto a circular por la zona y, por tanto, a ignorar las indicaciones municipales.
Así lo explica el concejal de Barrios y Pedanías, Guillermo Ubieto, quien comenta que su departamento tiene «un contacto directo» con los residentes de las áreas periféricas de Miranda y «hace solo una semana empezaron a llegar por parte de personas que viven en Los Corrales varios avisos, fotografías y vídeos en los que se veía que ha vuelto el tráfico de camiones y, además, con una intensidad alta». Esas sensaciones que le han transmitido los vecinos al líder de IU-Podemos se ajustan plenamente a la realidad, como pudo comprobar un día de esta semana Diario de Burgos.
Este periódico acudió a la carretera que rodea la urbanización de Los Corrales y observó que, solo entre las 11.48 horas y las 12.00 pasaron por el lugar al menos seis grandes camiones. Es decir, en esa pequeña franja de tiempo se pudo ver, de media, a un vehículo cada dos minutos saltándose la normativa que estableció el Ayuntamiento hace solo unos meses. Ante esta situación, Ubieto expone que «no se entiende muy bien por qué han decidido recuperar ese itinerario cuando son conocedores de que hay una prohibición expresa», a lo que añade que desde el departamento de Barrios consideran que «se debe actuar» para garantizar que todos los conductores cumplan las reglas de tráfico.También los de transporte pesado.
El concejal de IU-Podemos, además, recuerda que las restricciones de la circulación en este punto concreto no se establecieron de una forma aleatoria. Ubieto relata que «hace mucho tiempo ya estaba prohibido el paso de camiones y la señal se quitó, pero la Concejalía de Barrios y Pedanías ha insistido mucho para recuperar la prohibición porque se trata de una vía que no está preparada para ese tipo de transporte y estaba generando varios problemas».
Los inconvenientes principales que detectó el Ayuntamiento cuando todavía era legal que atravesaran esta carretera los vehículos pesados se resumen en dos cuestiones.Por una parte, el concejal describe que «el tráfico de camiones generaba problemas y muchas molestias a los vecinos de la zona, porque al margen de que pasaran cerca de las casas también lo hacían en muchas ocasiones con las lonas estropeadas o sin colocarlas y eso soltaba mucho polvo». Por otro lado, añade que aquella situación «también generaba problemas para el propioAyuntamiento», ya que el movimiento constante de grandes vehículos «por una carretera que discurre paralela al cementerio de Altamira generaba, según el informe que emitieron los servicios técnicos, desperfectos en las infraestructuras e instalaciones» del camposanto.
Mientras este asunto se soluciona, elConsistorio todavía tiene encima de la mesa el expediente sobre el proyecto de la planta de hormigón que la firma Airnorsa quería construir en su explotación cercana a Los Corrales y que recibió un fuerte rechazo por parte de los vecinos.Tanto, que superó los dos centenares de alegaciones y aún no se ha materializado.