Burgos se adapta poco a poco a las necesidades, a las exigencias y a los planteamientos estratégicos que marcarán el desarrollo de las ciudades en el futuro. Es un camino largo que requiere una evolución constante y, aunque los datos reflejan que la dirección tomada en la capital es correcta, son muchos los aspectos a tener en cuenta para mejorar los datos recogidos en uno de los últimos análisis publicados.

La capital se queda fuera del mapa de las ciudades de 15 minutos en España del trabajo realizado por Deyde DataCentric, si bien los números superan con creces la media estadística nacional de las seis categorías tenidas en cuenta.

Este planeamiento urbanístico propone que las necesidades y los servicios de los ciudadanos deberían estar en un radio de 15 minutos, ya sea a pie o en bicicleta. Se trata de una premisa muy ambiciosa que, a la vez, refleja la situación actual de las ciudades en su adaptación a las futuras directrices europeas y a la redefinición de los espacios urbanos.

El estudio marca un perímetro de 2.400 metros de distancia y analiza si dentro de ese espacio los ciudadanos tienen acceso a los servicios relacionados con el abastecimiento -supermercados-, la Sanidad -asistencia sanitaria-, el trabajo, la calidad de vida -zonas verdes-, el entretenimiento -hostelería, cines y pistas deportivas- y la Educación -colegios e institutos-.

Siempre tomando como referencia este estudio, el 94% de la población burgalesa está dentro de los rangos establecidos y son los barrios periféricos los que presentan algunas carencias relacionadas con la accesibilidad a los centros educativos y laborales.

Según Deyde DataCentric, el 55% de los habitantes de España tiene acceso a los servicios esenciales a 15 minutos, ya sea andando o sobre dos ruedas. En Castilla y León la cifra no supera el 52% de la población debido a los peores datos registrados por las poblaciones pequeñas, si bien algunos núcleos principales como León, Valladolid (ambos con un 98%), Salamanca (97%) o Palencia (95%) mejoran la referencia burgalesa.

De esta forma, la capital no forma parte de la lista de los 136 municipios en los que el 100% de su población cumple con los criterios establecidos en este concepto urbanístico. Bilbao, Santander o Pamplona son algunas capitales del entorno destacadas en este estudio.

La conclusión de los seis puntos analizados en el día a día de una ciudad deja al descubierto aquellas zonas que necesitan un esfuerzo extra para favorecer su accesibilidad a todos los servicios cotidianos. En el casco urbano de Burgos destaca la situación de la Barriada San Juan Bautista en los accesos relacionados con la Sanidad y la Educación, si bien los peor parados de este análisis global son barrios periféricos como Villalonquéjar, Villatoro, La Ventilla, Castañares, Cortes o Villafría, los cuales no tienen conexión a ciertos servicios a una distancia de 15 minutos, ya sea a pie o en bicicleta. 

Burgos destaca en este análisis en aspectos como el abastecimiento o el ocio, si bien la mejorable cobertura de las zonas alejadas al centro impiden a la capital formar parte del mapa de ciudades españolas de 15 minutos.

Además, cabe destacar que otras zonas como el barrio de El Pilar, Hospital del Rey, Villímar y algunos puntos de la zona sur de la ciudad forman parte del perímetro que requieren el uso de la bici para acceder a ciertos servicios en ese cuarto de hora planteado en este estudio reciente.

Este tipo de análisis forman parte del proceso impulsado desde Europa para reducir la dependencia del coche y fomentar hábitos de vida saludable. Burgos se ha sumado en los últimos años a esta corriente con políticas de movilidad más sostenibles que priorizan los desplazamientos a pie, en transporte urbano o en bicicleta. La reciente puesta en funcionamiento del carril bici de Reyes Católicos o el comienzo de las obras previsto el próximo mes de noviembre para habilitar otro carril exclusivo en el tramo más céntrico de calle Vitoria son dos apuestas de futuro impulsadas ya en el último mandato.

Esa transformación de la forma de vivir las ciudades cuenta con la participación activa de colectivos que aportan ideas para mejorar las conexiones y la accesibilidad de los ciudadanos. Es el caso de Burgos Con Bici o Andando Burgos, altavoces de los usuarios que demandan un mayor 'atrevimiento' por parte de las administraciones para consolidar estas políticas transformadoras.