El equipo de gobierno en el Ayuntamiento de la Merindad de Valdeporres rechazó ayer en el pleno extraordinario convocado a petición de Iniciativa Merindades (IM) la propuesta de los dos ediles de la oposición de solicitar una ayuda al Plan de Reindustrialización de la Zona de Garoña (Reindus) para destinarla a una planta de biomasa que generaría 125 kilovatios/hora de electricidad y calor y que precisaría, según el estudio presentado por IMde tres personas a tiempo parcial para su mantenimiento. Por contra, el alcalde Belisario Peña adelantó que «el proyecto prioritario» que el equipo de gobierno maneja para optar a las ayudas del Ministerio de Industria de 2012 es la construcción de una planta embotelladora de agua mineral que se acondicionaría en las antiguas instalaciones del ferrocarril Santander-Mediterráneo situadas junto al túnel de la Engaña y que crearía seis empleos directos.
El alcalde manifestó en el pleno que «ya se están haciendo analíticas» para conocer la idoneidad del agua. Concretamente, el Consistorio lleva 10 meses realizando este control del agua procedente de un manantial ubicado en terreno de propiedad municipal, pero que el alcalde prefiere no desvelar hasta que el proyecto se concrete y cuente con la financiación necesaria. La inversión que precisa la embotelladora, según explicó el regidor a DB, asciende a 2 millones de euros. Para afrontar esta cantidad, Belisario Peña señaló que «hay un empresario dispuesto a aportar el 30% de esta cantidad, el 50% provendría de la ayuda del Reindus, por lo que el Ayuntamiento solo tendría que poner el 20%», si todo sale adelante.
La planta embotelladora sería el primer paso para habilitar las antiguas instalaciones del túnel de la Engaña, en las que el Ayuntamiento planea invertir a largo plazo otros 3 millones de euros en un conjunto de turismo, ocio y multiaventura. Desde las filas de IM, Miguel Ángel Alonso, mostró su apoyo a la idea de la planta embotelladora, pero criticó las enfocadas al turismo por considerar que «el Ayuntamiento entrará en competencia con los negocios de turismo rural del municipio».
Por contra, trató de convencer de la viabilidad de crear una planta de biomasa para la generación de electricidad y calor, cuyas características DB ya adelantó el pasado miércoles. En una exposición de 45 minutos, defendió que podría potenciar el cuidado de los montes, el cultivo de árboles de crecimiento rápido, la estabilización de las plantillas en aserraderos o incluso contribuir a evitar los incendios gracias a la limpieza de montes. La planta, cuya coste es de 670.000 euros, se amortizaría según los datos de IM «en el plazo de 7 a 10 años» y generaría electricidad y calor para la residencia y edificios públicos.
Rentabilidad. Sin embargo, el alcalde insistió en que «ese tipo de planta es pequeña para ser rentable y lo que intentamos es que la inversión la ejecute una empresa privada que proyecta una más grande y que sí sería rentable». Peña explicó que la biomasa que necesita la planta presentada por IM es de 295 kilogramos por hora, con un coste de 10,6 euros, mientras que la energía producida generaría 12,5 euros, por lo que el beneficio sería de un euro por hora y 24 diarios. «Se tardaría en amortizar 68 años», aseguró el regidor, quien añadió que genera 32 grados de calor, insuficientes para una calefacción. «Este mismo estudio lo tenemos hace mucho tiempo, pero no tiene viabilidad», indicó Peña, a quien IM criticó por «tener todo en secreto absoluto» y por no facilitar información.
Asimismo, desde la oposición criticaron la contratación de la consultora que está realizando el estudio de viabilidad de la Engaña y los 25.000 euros anuales que cuestan sus servicios. Frente a ello, Peña insistió en que «es un dinero muy bien invertido».