Félix Sancho habla claro. Se trata de subir o llevarse un palo. El máximo responsable del San Pablo ve a su plantilla preparada, en su mejor forma desde que comenzó la Liga, con unos jugadores mentalizados para afrontar este reto. Pero el presidente avisa, en este tipo de competiciones siempre hay sorpresas y hay que evitar cualquier tipo de relajación. Reconoce que puede existir mayor presión por jugar en casa y asegura que hará todo lo posible para que el mayor número de aficionados puedan acudir a los partidos pese a los problemas que se generarán con el reparto de las entradas.
¿Cómo acogió la decisión de la Federación de conceder al San Pablo la organización de la Final Four?
Era bastante previsible porque tenemos la ciudad más adecuada para organizar cualquier evento deportivo y especialmente con el mundo del baloncesto. Tenemos un pabellón de lo mejorcito de toda la competición, de los mejores pabellones de España y con una afición que se lo merece.
Parece una responsabilidad muy grande y con mucho trabajo por delante.
Serán días frenéticos para poder organizar todo.
¿Lo más problemático será organizar la distribución de las entradas, de los abonos, sobre todo para los más de los 7.000 abonados que tiene el club?
Es algo que gestiona la federación. Lo primero es que tiene que repartir entradas entre los cuatro clubes, tiene que poner los precios y tiene que hacer muchas cosas que estamos hablando con ellos. Teniendo en cuenta que los cuatro equipos de la Final Four estamos en un radio de 150 kilómetros, y con Palencia y Valladolid que desplazan mucha gente, será complicado repartir el aforo entre todos. Nosotros vamos a intentar tener el mayor número de entradas para nuestros aficionados, para que nos ayuden y nos empujen en este momento definitivo.
A nivel deportivo organizar la Final Four supone una mayor responsabilidad, una mayor presión.
Efectivamente. Todos tenemos en mente ejemplos como el 'maracanazo', parece que organizar estas finales en tu casa te dan como favorito, pero saltan muchas sorpresas.
Solo existe un objetivo, el ascenso, y si no lo logramos será un palo»
El pasado viernes el San Pablo eliminó a Estudiantes, uno de los grandes favoritos, por un contundente 3-0 en la eliminatoria. ¿Qué sintió en ese momento?
Estaba convencido de que íbamos a pasar. Lo que más me gustó del equipo fue, que sin hacer un gran encuentro, sacó esa parte que habíamos echado de menos, no bajar nunca los brazos, pelear. Al final se ganó porque se impuso su calidad, porque es el mejor equipo de la competición. Cuando las cosas se pusieron feas, el equipo apretó y apretó, bajó el culo en defensa y sacaron el partido adelante. Otras veces no había sido así. Se vio un equipo más junto, más potente, con un objetivo claro. Estamos muy ilusionados.
Después de acabar el partido dijo que todavía no se había hecho nada.
Es que solo hay un objetivo que es el ascenso y si no lo hacemos será un palo. Tener dos equipos en Burgos de la misma categoría es reducir las opciones de que cualquiera de los dos pueda optar al ascenso la próxima temporada. Tenemos una presión añadida.
¿Qué ha cambiado del equipo en estos meses?
Ahora es más equipo que nunca. Está conjuntado, sabe por lo que pelea, han cambiado el chip. Hemos retocado la plantilla dos o tres veces, se ha hecho más potente. Es el plan que diseñamos cuando llegó Curro, que era llegar lo más fuerte posible a los play off. Ese plan a día de hoy ha salido bien, el equipo tiene más fuerza. Cuando vimos que ya no podíamos quedar primeros diseñamos esta nueva hoja de ruta y ha salido bien hasta ahora.
Pero hubo momentos muy delicados, con derrotas ante rivales asequibles, y con una imagen deteriorada. ¿Qué pensó entonces?
En Navidades el equipo no funcionaba pese a tener los mejores jugadores de la categoría. Entonces es cuando piensas mil cosas, porque no sabes cómo acertar. Pero gracias a Dios dimos un giro, confiamos en Curro, trajimos jugadores nuevos, y dimos un salto de calidad. Hemos esperado que esos jugadores cuajasen. Ahora tenemos un equipo. Luego en la cancha sucederá lo que tenga que suceder, pero a día de hoy cualquier equipo estaría encantado de tener a cualquiera de nuestros 13 jugadores en su quinteto titular.
Vamos a intentar tener el mayor número de entradas para nuestros aficionados, para que nos empujen en este momento definitivo»
Muchos pensamos cuando acabó la Liga y tocó enfrentarse a Estudiantes que era mejor hacerlo en una eliminatoria que no a partido único.
Así es y encima nos quitábamos el gran rival para acoger la Final Four.
Ahora llega la Final Four, un tipo de competición que puede ser muy cruel a partido único.
Puede ser algo muy bonito pero también muy triste. Vamos a luchar por conseguirlo, en caso contrario nos tocará pasar el duelo.
El primer partido es contra Gipuzkoa, que pierde a su mejor jugador. ¿Un exceso de confianza puede ser el peor enemigo?
Que le falte su mejor jugador puede ser contraproducente porque el resto de jugadores tienen que apretar, dar un paso adelante. Un equipo de 12 jugadores puede ser más peligroso que un equipo de un solo jugador. Creo que serán más peligrosos y habrá que estar muy atentos.
¿Qué escenario pasa por su cabeza para ese fin de semana?
Me lo imagino con mucho sufrimiento. Creo que los partidos serán muy igualados, no habrá grandes diferencias.
Todo indica que la final puede ser contra Palencia, un rival muy regular, segundo en la Liga.
Sí, hemos sido capaces de perder con ellos por 15 puntos y ganarlos por 25. Y con Valladolid tenemos el mismo escenario. Puede pasar cualquier cosa.
Todos tenemos en mente ejemplos como el 'maracanazo'. Organizar estas competiciones te dan como favorito pero saltan muchas sorpresas»
¿Qué sensaciones le transmiten los jugadores?
Están más unidos que nunca, con mucha confianza, y creo que lo van a lograr.
¿Esta Final Four puede marcar el futuro del club?
Es trascendental porque nos jugamos el ascenso, pero no para la vida del club. En caso de no subir habría dos equipos de Burgos en la misma categoría y eso no tiene ningún sentido. Se dividen ingresos y así lo único que se hace es restar opciones de ascenso.
¿Es imposible normalizar relaciones entre el Tizona y el San Pablo?
Por nuestra parte no, estaríamos encantados.
Me imagino unos partidos con mucho sufrimiento. Serán muy igualados»