El ITM atrae a nuevos alumnos gracias a sus cursos de cocina

ARSENIO BESGA / Miranda
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El Instituto Técnico de Miranda colabora con el Ecyl para impartir formación no reglada. Este curso sus grados gastronómicos superan los 60 estudiantes y espera llegar al menos a esa cifra el próximo año

Entre el grado medio y el superior, el ITM supera los 60 alumnos matriculados en la Escuela de Hostelería. - Foto: Jesús J. Matías

El Instituto Técnico Industrial de Miranda (ITM) se encuentra inmerso en «las jornadas de puertas abiertas» que preceden a la apertura del «periodo de preinscripción, que es en junio» para todos sus grados, entre los que se encuentran los ciclos gastronómicos. En esos términos se expresa el profesor y responsable de la Escuela de Hostelería, Rubén Morote, quien describe que, en su área, «el grado medio suele cumplir el mínimo de plazas que se exige desde la Junta y en el superior puede costar un poco más, aunque eso es algo que suele ocurrir a nivel general». En cualquier caso, apunta que este año superan los 60 alumnos entre los distintos niveles de estas formaciones, lo cual esperan, al menos, repetir de cara al próximo curso.

Por el momento, no parece que les vaya mal en lo que a captación de estudiantes se refiere. Morote comenta que se moverán «en esos números, aunque es verdad que ahora se están realizando unos cursos del Fondo Europeo a través del Ecyl y el primero ha tenido 15 alumnos, de los cuales algunos han decidido, ya que van a empezar el grado medio o, en los que casos en los que por titulación se lo pueden permitir, el superior de cocina». Es decir, gracias a estos talleres de introducción al trabajo gastronómico que se imparten en el propio ITM, el centro se ha garantizado sumar nuevos alumnos.

El responsable de la Escuela de Hostelería reconoce que al menos seis personas que han realizado el último taller del Ecyl ya les «han transmitido» que de cara al curso que viene participarán en los grados oficiales. Morote no esconde que «este enfoque» va «bien» para el instituto de Formación Profesional porque se alza como «otra vía para que los estudiantes empiecen a conocer y a entender lo que es esta profesión». Precisamente, explica que el perfil de alumnado que está matriculado en los cursos de iniciación, y dará un paso más en septiembre, incluye a «muchos que habían empezado otros estudios».

Sobre ello, añade que varios «son muy jóvenes», que «vienen, prueban e igual habían empezado Mantenimiento, Mecánica o Administración y se han dado cuenta que no les gusta, pero prueban cocina y les convence». 

En resumidas cuentas, suponen «un gancho para que puedan decir: esto es lo que quiero hacer». Y es que, aun tratándose de talleres introductorios, conocen la profesión de primera mano, también en un fogón real, con la presión propia de un restaurante mirandés. Morote describe que «ahora están haciendo prácticas en empresas y cuando les hemos visitado en los centros de trabajo, tanto los propietarios como los propios alumnos están contentos, porque está funcionando bien». Eso sí, antes de alcanzar ese punto, han recibido una formación bastante completa en las aulas del ITM.

El responsable del departamento asegura que «lo tocan todo», pues en este curso denominado Operaciones Básicas de Cocina «empiezan a aprender a hacer los cortes, caldos, pastelería, repostería, bollería, recetas básicas de entrantes, primeros platos, y se adentran en pescados y carnes».Según cuenta, ese curso ha tenido un itinerario muy similar al que se celebrará en breve, que todavía dispone de algún hueco, y a los de ediciones previas. Sobre ellas, Morote recuerda que esta alternativa de formación  ha servido en años anteriores incluso para captar algo más que alumnos. También han fichado docentes. Así fue su caso, dado que empezó impartiendo este taller y acabó «como profesor en la docencia reglada, así que es una puerta en todos los sentidos».