El proyecto diseñado por la Junta de Castilla y León para evitar los daños de las riadas en Miranda, que cuenta con un presupuesto de 4,6 millones de euros financiado en un 80% por la UE y en un 20% por el Ayuntamiento, todavía tardará un poco en hacerse realidad.De hecho, aún deben resolverse las alegaciones que se acaban de presentar ante la Confederación Hidrográfica delEbro (CHE), entre las que se encuentran las de la administración municipal. El concejal de Urbanismo,Guillermo Ubieto, ve necesario actuar para reducir el impacto de las inundaciones, pero aclara que debe revisarse el plan y pide varios cambios. El líder de IU-Podemos incluye en ese listado de modificaciones la actuación en la carretera que une el polígono de Ircio con el de Bayas.
Ubieto explica que ahora el proyecto plantea crear «unas motas de tierra, que son simplemente elevaciones en los laterales del puente de la carretera de acceso al polígono», junto a la zona que ya se anegó en 2021, y su departamento cree que esa «no puede ser la solución definitiva», aunque parezca «contentar a la Junta». En este sentido, el Ayuntamiento no solo muestra su rechazo a la actuación, sino que también propone una alternativa. El edil de Urbanismo resume que «la mejor opción consiste en elevar la rasante de la calzada y la acera de esa zona».
Se trata, precisamente, de la misma solución que la propia Junta ha planteado para evitar que el cruce entre las calles Arenal y Ronda del Ferrocarril se inunde con cada riada. Esta actuación, a ojos de Ubieto, «es apropiada» porque garantiza que «puedan pasar bomberos, policías, ambulancias o brigadas municipales y que un vial tan importante no quede inutilizado», aunque matiza que en este caso debe revisarse «la accesibilidad» de los peatones en todo el recorrido.
Ese aspecto se alza como una mera cuestión puntual, pero los reparos del Consistorio son mayores en otras intervenciones. El edil de IU-Podemos destaca que «es algo común a todo el proyecto el hecho de que no solo hay que tener en cuenta la obra en sí, porque ahora llega una fuerte inyección de fondos europeos, sino también su posterior gestión, mantenimiento y sostenibilidad porque el Ayuntamiento tiene tanto un personal como unos recursos limitados y determinadas propuestas del plan de la Junta podrían generar problemas en este sentido». A modo de ejemplo, Ubieto destaca que «las barreras móviles que se plantean necesitan trabajadores para colocarlas, un tiempo de antelación para ponerlas y son cosas que pueden estropearse y necesitan mucho mantenimiento».
Lo mismo ocurre con las «clapetas» ideadas para colocarlas en los desagües y evitar que el agua suba desde el Ebro hasta salir por las alcantarillas, una actuación que al edil de Urbanismo le parece «adecuada» pero solo «si se colocan las estrictamente necesarias». Ubieto cree que «son cosas que funcionan» y, por tanto, la administración local «está de acuerdo» con su instalación, aunque sentencia que «debería limitarse su utilización a los casos en los que no exista otra solución definitiva y carente de mantenimiento». Y es que, como ocurre con los paneles móviles, el concejal destaca que «cada elemento que se tenga que revisar, mantener y suponga una inversión posterior debe controlarse mucho porque si no generará un gasto demasiado elevado, no hay personal suficiente y tampoco pueden contratarse trabajadores eventuales para las riadas».