El peregrino taiwanés amante de la charanga

L.M. / Hornillos del Camino
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Tim Lee se topó el domingo, durante su etapa de la Ruta Jacobea hasta Burgos, con las dianas de Atapuerca y sacó el móvil para grabar unos vídeos. El resto ya ha saltado a la fama

Tim Lee recibió ayer por parte de la charanga Los Chones una camiseta de recuerdo para que nunca se le olvide la mañana del pasado domingo. - Foto: Valdivielso

Tim Lee durmió la noche del sábado a pierna suelta en un albergue de San Juan de Ortega. Tras iniciar el Camino de Santiago en San Juan de Luz a finales de agosto, este joven taiwanés de 25 años cogió su mochila, se calzó las deportivas y salió el domingo a primera hora para cubrir la etapa hasta Burgos.

De la capital castellana había leído y oído hablar muy bien, por lo que su intención era la de llegar lo más pronto posible para disfrutar de los encantos de la ciudad. Todo iba según lo previsto hasta que, pasadas las 9:30 de la mañana, empezó a escuchar música en las inmediaciones de Atapuerca. «Vi a lo lejos una especie de procesión, mucha gente bailando y me acerqué a ver qué estaba pasando», recordaba ayer.

La localidad, en plenas fiestas patronales, celebraba las tradicionales dianas, amenizadas con la charanga de Los Chones y repletas de jóvenes que aguantaban estoicamente desde la noche anterior. «Simplemente quería saber qué estaban celebrando. Se les veía felices», indica. Siempre en un segundo plano, sacó su teléfono móvil y empezó a grabar y tomar fotografías para enseñárselas a su familia y amigos cuando varias personas que iban de casa en casa se sorprendieron de su presencia.

Los vídeos de Lee integrado al cien por cien dentro de las dianas rápidamente se difundieron por las redes sociales. Ayer por la noche ya sobrepasaban las 250.000 reproducciones e incluso aparecieron en televisión. "La gente empezó a bailar con él, a subirle a hombros o a mantearle", admite Enrique Vegas, miembro de Los Chones. Ante el fervor que levantó Lee entre los jóvenes, le cedió el altavoz que usa la charanga para que este agradeciera -con exquisita educación- el cariño que los vecinos de Atapuerca le estaban mostrando. "Me lo pasé verdaderamente bien. Fue algo que no olvidaré nunca", indicó.

Ya instalado en Hornillos del Camino, donde ayer hizo noche antes de continuar su camino hasta la Catedral de Santiago de Compostela, no dejaba de recibir centenares de peticiones de amistad en su cuenta de Instagram. "Me he llevado una sorpresa cuando me han dicho el impacto que han tenido los vídeos", aseguró.

Y es que, ni corto ni perezoso, Lee no rehusó de aceptar las invitaciones para tomar un chupito -e incluso un vaso- de pacharán que le hicieron los vecinos. "Era la primera vez que probaba el alcohol. Me gustó su sabor", indicó. Sin rastro alguno de resaca al día siguiente -o al menos eso afirmó-, este ciudadano taiwanés seguía ayer sin ser consciente de lo viral que se volvieron en cuestión de horas sus vídeos bailando y pasándoselo como un niño en Atapuerca. Pese a no tener ni idea de castellano, se animó a bailar cuando los integrantes de las dianas no paraban de jalearle.

Choque cultural. En Taiwán, como uno ya se podrá imaginar, el sector de las charangas no está a la orden del día. "Me chocó por el buen ambiente que vi y lo animado que estaba todo el mundo", explicó. En su país natal solo tienen eventos parecidos en grandes festivales, ya que las celebraciones suelen ser mucho más comedidas. "Me encantó. Si puedo volver a España, sin duda que buscaré dónde toca una charanga", afirmaba. Con la espinita clavada que se le quedó de haber disfrutado -más si cabe- de la actuación de Los Chones, le quedará para toda la vida una camiseta dedicada que ayer le regalaron.