La clave de una bóveda confirma el hallazgo de la iglesia de San Román

I.L.H. / Burgos
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Los sondeos habían sacado a la luz muro de sillería y suelo de baldosa. Pero la pieza policromada con un benedictino es la prueba «irrefutable» de que se trata del templo gótico

La han hallado encima de una bomba francesa y con munición similar alrededor. La clave de la bóveda cayó al suelo tras una explosión sufrida durante la Guerra de la Independencia, tal y como se desprende de los restos encontrados. Las fechas coinciden, pero lo más importante es que si se trata de una bóveda no puede ser de otra construcción que la iglesia gótica de San Román.

«Habíamos encontrado ya un muro de sillería y suelo de baldosa que nos hacía pensar que nos encontrábamos ante los restos de la iglesia que buscábamos. Evidentemente esto confirma de manera irrefutable que nos hallamos ante un elemento arquitectónico de ese templo que estaba perfectamente caído sobre el suelo que hemos podido documentar», confirmaba ayer Fabiola Monzón, arqueóloga encargada de la campaña de sondeo y excavación en la ladera del Castillo.

El hallazgo ha coincidido con el final de los trabajos en la ladera bajo el Mirador -a la que se llega ascendiendo por la calle de San Esteban-, que han durado seis meses. El estudio de la pieza, la primera de San Román que entra en el Museo de Burgos, permitirá conocer importantes detalles de la iglesia que en su origen fue románica. Por un lado, el cálculo del diámetro de la clave desvelará el volumen de la bóveda, su tamaño y altura, lo que ayudará también a conocer a qué zona de la iglesia pertenecía y hacia dónde se ha de extender la excavación.

Pero además se trata de una pieza policromada, algo poco usual en los restos arqueológicos en piedra que llegan a nuestros días. El paso del tiempo, las condiciones de conservación o los repintes suelen acabar con el color, sin embargo en este caso se han hallado incluso restos del dorado.

La clave representa un monje benedictino vestido de negro, ya que lleva el dedo derecho levantado y en la mano izquierda porta la Regla. «Puede ser san Benito, el fundador de la orden y por quien yo me decanto, pero san Román también era benedictino y pudiera tratarse de su imagen», resumió ayer la directora del Museo de Burgos, Marta Negro.

La pieza de 200 kilos será restaurada por el equipo del museo, eliminando las sales y asentando la policromía, fundamentalmente: «Es un hallazgo importante que esperamos nos permita seguir encontrando otros vestigios. Al principio pensábamos que igual no quedaba nada por las sacas que ha habido y los movimientos de tierra. Pero estamos confirmando que no es así, que quedan hasta los suelos», añadió Monzón.

Restos protegidos

La fase de sondeos para localizar la iglesia ya han acabado y, mientras se renueva el convenio para continuar con los trabajos, los restos hallados en el Castillo serán protegidos. «Los muros quedan al aire libre mientras procesamos la información y lo que era el suelo se ha cubierto con un geotextil para evitar su deterioro. Intentaremos retomar la actividad a la mayor brevedad y dependiendo de los restos que finalmente se encuentren, se hará un proyecto de adecuación», detalló la arqueóloga.

En este sentido, Lacalle aseguró que se trabaja para que se inicie una nueva campaña a mediados de abril con el mismo procedimiento: la colaboración de Ayuntamiento y Junta, dentro del Plan de Empleo. Al margen de estos trabajos, el Consistorio prepara un plan director del Castillo para sacar a concurso un proyecto de mayor envergadura con otras zonas del Burgos medieval que se desarrollaría a lo largo de varios años.