El Ayuntamiento de Aranda de Duero ha ingresado un total de 2.039.806 euros por multas de tráfico a lo largo de los últimos ocho años, lo que equivale a una recaudación media anual de 254.975 euros. Eso sí, con altibajos de un ejercicio a otro. Así, por ejemplo, desde enero hasta mediados de noviembre de 2023, las arcas municipales ya han percibido 189.301 euros por este concepto. Dicho de otra manera, los conductores que incumplen la normativa y cuyas infracciones detecta la Policía Local han tenido que desembolsar una media de 593 euros al día en lo que va de año. De mantenerse este ritmo, el Consistorio de la capital ribereña recibiría alrededor de 216.000 euros durante todo 2023. Estos ingresos, a la espera de que acabe el año y haya cifras definitivas en Gestión Tributaria, no alcanzarían la previsión fijada en el Presupuesto, con una cuantía de 355.000 euros.
Y es que desde 2016 hasta la actualidad, el Ayuntamiento de Aranda solamente ha conseguido recaudar los importes que aparecen en las cuentas municipales en un ejercicio. Se trata de 2016, cuando se estableció una previsión de 141.000 euros y se terminaron ingresando 231.102 euros, lo que supone un 64% más. En años sucesivos, se ha registrado desfase tras desfase. Es el caso de 2017. En aquel momento, desde la Concejalía de Hacienda estimaron que las multas de tráfico se traducirían en 380.000 euros para las arcas municipales. Un objetivo que no se cumplió ya que los ingresos netos se limitaron a 182.908 euros. Tal vez por falta de personal en la Policía Local. Tal vez porque los arandinos no desobedecieron como se preveía las señales o estacionaron sus vehículos en zonas peatonales, pasos de peatones, carriles bici o espacios reservados para personas con discapacidad. Sea como fuere, en 2018, se optó por elevar la previsión de ingresos por multas de tráfico a 425.000 euros. Una vez más, y según se refleja en el estado de ejecución del Presupuesto de ese año, los ingresos netos no alcanzaron tal cifra al quedar en 182.972 euros. Es decir, un 57% menos.
En 2019, la previsión municipal bajó de 425.000 a 400.000 euros. Mientras, los ingresos netos ascendieron de los casi 183.000 euros de 2018 a 278.095 euros. El año 2020 fue prácticamente un calco: se había estimado una recaudación de 400.000 euros por multas de tráfico, pero las arcas municipales percibieron 242.825 euros.
Repunte en 2021. La historia cambió considerablemente en 2021. La estimación de Hacienda se mantuvo en 400.000 euros y los ingresos netos se dispararon hasta los 381.530 euros, una cifra al fin cercana a lo que se había previsto con un desajuste de apenas 18.470 euros frente a la diferencia de más de 157.000 euros de un año antes.
Pues bien, en el Presupuesto de 2022 se decidió rebajar la previsión por multas de tráfico a 355.000 euros y así se consiguió que los ingresos netos resultasen más parejos, puesto que el Ayuntamiento arandino percibió 351.073 euros por infracciones que, según detalla la Policía Local en sus memorias anuales, incluyen aparcar en la zona azul sin haber pagado el tique obligatorio o por tenerlo caducado, también por estacionar en doble fila o por no aportar toda la documentación obligatoria.