FAE pide que se analice el impacto a largo plazo del Directo

P.C.P. / Burgos
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Las declaraciones del comisionado para el Corredor Atlántico preocupan a la patronal, sobre todo por el tiempo estimado para la posible reapertura

Miguel Ángel Benavente, presidente de FAE Burgos. - Foto: Patricia

Preocupación. Esa es la palabra que mejor resume la reacción de la patronal burgalesa a las declaraciones realizadas por el comisionado del Gobierno para el Corredor Atlántico, José Antonio Sebastián, en el canal de YouTube Viajando Contigo sobre la reapertura del tren Directo, en vísperas de que acabe el plazo para conocer el estudio de viabilidad. Una intervención en la que siembra dudas sobre su viabilidad con frases como «¿la gente sabe que la última semana por el Madrid-Burgos directo pasaron 7 trenes de mercancías y 9 de viajeros?».

Desde la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE) se considera que cualquier decisión sobre la reapertura de la línea 102 Madrid-Aranda-Burgos debe basarse en un análisis realista de la demanda de transporte de mercancías y pasajeros, así como en el impacto socioeconómico a largo plazo. Para ello, considera fundamental la participación de las empresas y entidades directamente afectadas, además de exigir que se valore adecuadamente el interés de los operadores privados, «cuya inversión en material ferroviario está transformando el sector», recalcan.

FAE reseña también la contradicción en la que entran las cifras aportadas por Sebastián con las facilitadas en ocasiones previas por otros responsables de Transportes, incluido el ministro Óscar Puente. «Inicialmente, se hablaba de una inversión de 2.000 millones de euros, reducida posteriormente a 1.300 millones, y más recientemente el Comisionado para el Corredor Atlántico ha señalado que 453 millones serían suficientes para una reapertura con garantías. Sin embargo, a esta estimación se suma un plazo de ejecución de 18 a 20 años, lo que pone en duda la viabilidad de la propuesta», recalcan en un comunicado de prensa.

Miguel Ángel Benavente, presidente de la patronal, recuerda que «el Corredor Central no es solo una infraestructura ferroviaria; es una pieza clave para la interconexión de la industria española con el resto de Europa y el Norte de África, por lo que el estudio de viabilidad debe tener en cuenta una planificación con un horizonte mínimo de 50 años, con una evaluación realista del crecimiento del tráfico ferroviario y su impacto en la industria», concluye, no sin antes pedir al Ministerio que tome en cuenta hasta una quincena de datos y magnitudes que pueden inclinar la balanza a favor del Directo.