Principio de acuerdo para desbloquear la vía verde de Cascajares de la Sierra a Hontoria delPinar.La Asociación para la Recuperación delPatrimonio Ferroviario (Arpafer) se ha ofrecido a colaborar económicamente con los Ayuntamientos de Salas de los Infantes, Castrillo de la Reina y Hacinas (Ledanías) en el mantenimiento del único tramo que se conserva del antiguo Santander-Mediterráneo y posibilitar la convivencia del camino natural y el tren histórico en el mismo espacio y sin colisionar.
Así lo confirma Antonio Melón, presidente de Arpafer, asociación que trabaja desde hace años con el Ministerio de Transportes,Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) para defender la pervivencia de pequeños tramos de vía en desuso como los 5 kilómetros que separan Salas de los Infantes y Castrillo de la Reina. Ese acuerdo se tiene que plasmar ahora en una fórmula de colaboración -consorcio o similar- que concrete las responsabilidades y cometidos de cada una de las partes.«Nosotros aportamos nuestro conocimiento, nuestro know how, que es mucho, e intentaremos poner algo» para sufragar la cuota de alquiler que elAdif cobra por la cesión de los terrenos.
Melón apunta al mantenimiento como «el problema de fondo» de las vías verdes para los municipios, sobre todo los más pequeños. «La gente cree que la vía verde es la panacea, pero luego esto no es así. La experiencia nos dice que la mayoría de la gente que va por la vía verde no va a ver los pueblos. No crean riqueza», apunta Melón en contraposición con otras rutas que aúnan historia, patrimonio y/o espiritualidad, como el Camino de Santiago, el del Cid o la Vía Aquitania. «En cambio el establecimiento de un ferrocarril histórico sí genera economía y fija población», reseña el presidente de la asociación ferroviaria, con ejemplos como el tren de vapor de Azpeitia, donde además se ubica un Museo, o el minero de Utrillas, con 20.000 visitantes anuales. «El ferrocarril es un elemento más de ese llamémosle parque temático abierto que supone la naturaleza, el paisaje, la gastronomía y todo lo que tienen estas tierras. Eso sí le da valor», apunta.
Melón reconoce que los casi 10 kilómetros de vía que se conservan delS-M hasta cerca de La Revilla «están muy bien, afortunadamente», por lo que, una vez concretados los protocolos y la financiación, desde Arpafer necesitarían unos 2 o 3 meses para poner en marcha el tren, que uniría Salas yCastrillo en 20 o 25 minutos, a unos 10/15 kilómetros por hora.
La Diputación debe finalizar ahora el proyecto, con este tramo de vía verde en paralelo al tren, y entregarlo a la empresa pública Tragsa, que lo ejecutará. Costará unos 3 millones y un año de obras.