De los tres asentamientos en las cercanías de Belorado que son objeto de estudios preliminares, análisis geológicos y prospecciones en diferentes estratos, La Muela, al norte; el Castillo, junto al casco urbano, y La Mesa, al oeste, es este último el que mayor atención suscita entre el grupo de jóvenes licenciados y doctores en diversas materias de arqueología, análisis de materiales antiguos, especialistas de laboratorio, topógrafos, aparejadores y, también, de vecinos que, en la actualidad, entregan objetos recogidos en sus paseos por este poblado romano.
La reciente intervención arqueológicas de los meses de agosto y septiembre en La Mesa ha sacado a la luz muros, cenizas, carbones de distintos materiales y multitud de piezas de cerámica, desde tejas hasta utensilios propios del hogar. Por el contrario, no son muchos los metales que han aparecido, tan solo un cencerro entre restos de animales, un hierro trabajado con forma de gancho y varias monedas.
Los arqueólogos lamentan que estas zonas hayan sido, en tiempos no muy lejanos, expoliadas con localizadores y, por ello, solicitan la ayuda de todos para recuperar lo más posible, estudiarlo, analizarlo, inventariar y entregar al Museo Provincial para su guarda y custodia como exiges las normas legales, pieza a pieza.
La Mesa, que ocupa más de 20 hectáreas de terrenos agrícolas, ha mostrado su contenido en varias zonas muy bien delimitadas, con estructuras típicas de la época romana que diferencian áreas de actividades artesanales de la zona donde ubicaron sus lares, con viales de comunicación entre sus muros, que bien pudieron ser casas familiares y edificios administrativos o de utilización pública. En esta última campaña se ha hallado un enterramientos perinatales, símbolo de ofrendas de culto; acumulación de restos de animales en zonas de trabajo, cenizas junto a piedras de molino y otros elementos que siguen prometiendo más para futuras campañas.
El gran número de elementos constructivos, los hallazgos de vestigios fundacionales de un poblado estructurado en La Mesa, parece indicar a los expertos que puede datarse del periodo alto imperial romano (S.I a S.III d. Xto.)
Ahora, después de excavar, recuperar y ordenar viene el trabajo de análisis y laboratorio que, en un tiempo, concretará más la época, la posible existencia de más restos y si merecen, las tres ubicaciones, especialmente La Mesa, continuar con los trabajos.