«Quiero despedirme en Burgos porque siempre fue especial»

DIEGO PÉREZ LUENGO / Burgos
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Enrique Ponce ha decidido hacer una última temporada con cerca de 20 corridas de toros. Muchas son las plazas en las que podría haber hecho el paseíllo pero ha elegido volver al Coliseum para decir adiós a sus Sampedros

«Quiero despedirme en Burgos porque siempre fue especial» - Foto: Jesús J. Matías

Enrique Ponce es uno de los grandes nombres del toreo. Lleva 34 años de alternativa en los que ha conquistado las grandes plazas de toda España. En Burgos tiene un rincón especial donde ha dejado tardes memorables. Su indulto al toro Gamarro de Antonio Bañuelos todavía brilla en la memoria de los burgaleses como uno de los grandes episodios del viejo coso del Plantío. En el Coliseum lleva sin hacer el paseíllo desde el 2016. Estaba anunciado para el 2021 pero justo el día de antes de torear anunció su despedida de los ruedos.
Tres años después ha decidido plantear una temporada en la que va a decir adiós a cerca de una veintena de ciudades entre las que ha escogido Burgos. En las cuatro primeras ha indultado un toro de Juan Pedro Domecq en la francesa Istres y ha salido por la puerta grande tanto de Granada como de Alicante. En Nimes, en su reaparición, se quedó con un trofeo pero buenas sensaciones, lo que hace presagiar que la de Burgos pueda ser una gran tarde de toros. Lidiará un encierro del propio Juan Pedro y le acompañarán Daniel Luque, triunfador el último año y Emilio de Justo.

Se despidió de los ruedos hace tres años justo cuando iba a torear aquí en Burgos y ahora vuelve despidiéndose, ¿en qué ha cambiado Enrique Ponce en estos tres años?
La verdad que fue una decisión que fui tomando poco a poco y el hecho de ver que la afición, la gente y los amigos me decían que no me podía ir así, que tenía que dar la oportunidad de que me volvieran a ver, fue lo que motivó a que hiciera esta pequeña temporada de despedida seleccionando 15-20 plazas. Y bueno yo diría que soy el mismo, con una evolución, antes de dejar de torear estaba en un gran momento, toreando como yo siempre soñé torear y me fui porque así lo sentí, pero me fui lleno. El Ponce de ahora ha subido incluso un peldaño más, con un poso especial. En las cuatro corridas que llevo creo que me he visto todavía mejor, he ganado en la transmisión de sentimientos, que para mí era algo impensable después de lo que había alcanzado en los últimos años en los que estuve activo.

Lleva cuatro corridas de toros esta temporada y ha cosechado importantes triunfos, ¿está siendo hasta ahora lo que se esperaba en el año de su despedida?
Sí, está siendo muy emotiva, en las cuatro plazas en las que he toreado el denominador común ha sido, a parte de haber podido realizar el toreo que llevo dentro, el cariño y la entrega de la gente y la afición, desde el recibimiento hasta la despedida. Han sido maravillosas estas corridas, cada tarde se me han puesto los vellos de punta. Yo esperaba algo así como lo que está ocurriendo pero yo creo que está desbordando a mis expectativas, no sé si me merezco tanto.

Contando con estos precedentes que comenta, ¿cómo espera que sea su despedida aquí?
Yo espero que sea también muy bonita y emotiva, de hecho por eso es una de las plazas que he seleccionado para torear en estas pocas corridas que van a ser, o sea tenía que elegir porque tampoco quería que fuese una temporada de principio a fin ni estar en todas las plazas, quería que fuera algo más exclusivo, por eso seleccioné Burgos como una de ellas, porque creo que ha habido algo especial siempre con su afición y yo creo que por ese motivo espero que sea una tarde emotiva.

El indulto a Gamarro y el rabo al de Puerta son mis mejores recuerdos aquí»

¿Qué siente Enrique Ponce cuando mira hacia atrás en la plaza de toros de Burgos ?
Sobre todo una nostalgia muy bonita sobre todo por los triunfos que he logrado y por el cariño de la gente porque los Sampedros siempre estaban dentro de mis temporadas y en algunas ocasiones hasta dos tardes. Posiblemente sea uno de los toreros que más veces ha hecho el paseíllo en la antigua plaza de Burgos. Todos los años he estado presente, siempre que no he ido ha sido por algún percance que he tenido.
Echar la vista atrás significa eso, nostalgia, emotividad y acordarse de todas las tardes en las que ibas por primera vez... Desde el principio creo que ha habido una comunión muy bonita, por eso ha sido siempre una plaza muy especial para mí.

El 1 de julio puede ser una tarde muy emotiva»

Tantos años dan para acumular muchos recuerdos pero, ¿sería capaz de quedarse con alguno en especial que tenga aquí?
No es fácil, pero si tuviese que escoger alguno yo me quedaría con dos tardes. La del indulto a Gamarro, donde se vivió un momento único en Burgos, porque hasta el año pasado no había habido ningún otro indulto y por eso forma parte de la historia de la plaza de toros burgalesa. Y luego también ha habido muchas otras faenas en las que me he sentido pleno pero sobre todo me quedo con esa en la que corté un rabo al toro de Puerta. Yo creo que el indulto y el rabo han sido los momentos más especiales. 

Torea con dos figuras como son Emilio de Justo y Daniel Luque con la ganadería triunfadora del año pasado, Juan Pedro Domecq, ¿cómo encara Enrique Ponce este compromiso del día 1 de julio?
Con mucha ilusión y mucho optimismo artístico también. Vengo de indultar recientemente a un toro de Juan Pedro Domecq en Istres en la que hubo seis toros extraordinarios y una corrida completísima, como creo que fue la del año pasado en Burgos. Y la del día uno de hecho es la próxima corrida de Juan Pedro que voy a torear y la encaro con mucho optimismo, ilusión y yo creo que puede ser una tarde histórica. Y bueno, con la emotividad de mi despedida allí en Burgos. Yo creo que todo eso son ingredientes para que nadie deje de asistir, de perderse lo que puede ser una tarde histórica.