La 'zona cero' de la tormenta de pedrisco que se desencadenó el 29 de abril durante cuatro horas a lo largo de 200 kilómetros -desde la montaña palentina a San Esteban de Gormaz en Segovia atravesando la provincia de Burgos- se concentró fundamentalmente en 15 municipio de las comarcas del Pisuerga, Arlanza y Ribera, afectando a unas 12.500 hectáreas de cultivos en distinto grado de siniestralidad, según los datos aportados por sus ayuntamientos al Gabinete Ingeniería Rural que se ha encargado de visitar cada localidad para la tasación de daños en función de los riesgos medio, entre el 25% y el 50%, y extremo, en el que se incluyen fincas con dañadas al 100%. Se han descartado otras fincas con daños menores.
En cuanto a las localidades incluidas en el nivel extremo, con fincas de cereales arrasadas en su totalidad, están Los Balbases, Castrojeriz, Melgar, Padilla de Abajo, Santa María del Campo, Villaquirán de la Puebla y Villazopeque, con 8.456 hectáreas perdidas. Por lo que respecta a las que tuvieron una incidencia media y que han presentado partes se incluyen Arenillas de Río Pisuerga, Belbimbre, Cilleruelo de Arriba, Fontioso, Palacios de Riopisuerga, Pinilla Trasmonte, San Llorente de la Vega y Villaquirán de los Infantes. El valor económico estimado por la totalidad de esos daños se sitúa en los 5,5 millones de euros. El informe elaborado por dicho Gabinete en base a los partes recibidos por sus ayuntamientos de los propios agricultores, y que se presentó esta mañana, recoge igualmente los daños en infraestructuras y mobiliario, que suman un valor de 2,04 millones de euros.
Pero más allá de los partes recibidos desde esos ayuntamientos, que coinciden con los más afectados, en el informe se ha incluido el resto de perjudicados por esta incidencia climática media, aunque no hayan presentado partes, con lo que finalmente suman 64 términos municipales atravesados por la tormenta de granizo con una superficie total afectada en unas 66.512,5 hectáreas y una valoración de daños que rondaría los 12,3 millones de euros.
Además de solicitar la zona catastrófica, los alcaldes insisten en que las administraciones deben apoyar a los agricultores que han visto sus fincas arrasadas por el pedrisco, a lo que se suma un año de extrema sequía. Así, piden que se concedan préstamos a bajos intereses y líneas de ayudas para acometer la reparación de los destrozos. Por su parte, Susana Pardo, presidenta de UCCL, pidió que haya flexibilidad para ayudar a los que a fecha de la tormenta no hubiera suscrito el seguro de pedrisco -que suele hacerse a mediados de mayo- pero que son agricultores que cada año los presentan. «Nadie pensaba que estás tormentas se pudieran adelantar a época tan temprana», añadió. Igualmente, Pardo demanda ayudas específicas a fondo perdido dada la campaña de sequía, heladas y pedrisco.