El Burgos CF ya mira al play off a los ojos. Nadie en el vestuario esconde que alcanzar una de las seis primeras posiciones es el reto. Los 50 puntos ya están conseguidos por lo que ha llegado la hora de mirar hacia arriba y de buscar un premio con el que pocos soñaban en el inicio de campaña. Quedan nueve finales, han insistido los blanquinegros durante la semana, y la primera es esta tarde en un escenario tan importante como La Cerámica. Allí aguarda a partir de las 16:15 horas el Villarreal B, colista de la clasificación e inmerso en la peor racha de la temporada.
Las circunstancias animan al optimismo, aunque Jon Pérez Bolo, entrenador burgalesista, ya advirtió en la previa: «No será un paseo». Las sensaciones que está transmitiendo el filial castellonense superan con creces a sus resultados. Está compitiendo bien en los últimos partidos, aunque los errores le están costando caros. El objetivo del Burgos es provocar que vuelvan a surgir esos despistes, esos momentos de desconexión de un equipo que está notando la inexperiencia de algunos de sus jugadores.
Los problemas del Villarreal B en su propia área son una realidad. La solidez defensiva no es una de las virtudes de los amarillos y el Burgos quiere echar sal en la herida del equipo que más encaja de la categoría.
No obstante, el conjunto que dirige Miguel Álvarez tiene jugadores de talento en el último tercio del campo y en una tarde inspirada pueden hacer daño a cualquier rival. El Burgos CF tendrá que tener especial cuidado con futbolistas de la talla de Ontiveros, Forés o Pascual si no quiere llevarse un disgusto.
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