2 años de cárcel al ladrón que pegó a las cajeras de un súper

I.E. / Burgos
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Retorció la mano a una de las trabajadoras y empujó a otra. A ambas les causó lesiones. Lo que iba a ser un robo al descuido en el establecimiento de la calle Vitoria se convirtió en un atraco violento

Los hechos tuvieron lugar en el Alimerka de la calle Vitoria, en el barrio de Gamonal. - Foto: Patricia

Lo que el delincuente había planeado en principio como un mero robo al descuido -un simple hurto- acabó convirtiéndose el 22 de enero de 2020 en un atraco violento en toda regla. Y todo ello porque las cajeras de un supermercado de la capital no estaban dispuestas a que el individuo se llevara un solo efecto del establecimiento sin pagar. Se enfrentaron a él y sufrieron lesiones por defender el patrimonio del negocio. Al ladrón, con varios antecedentes por robo, no le va a salir barata su conducta. El juzgado de lo Penal 3 de Burgos lo ha condenado a una pena de prisión de dos años en una sentencia que acaba de confirmar la Audiencia Provincial.

Los hechos tuvieron lugar en el Alimerka de la calle Vitoria, en el barrio de Gamonal. Fueron dos los delincuentes que accedieron al establecimiento, uno más en son de paz que el otro, quien finalmente fue detenido y acusado. Este ladrón se movió por el local mientras se introducía en el interior de sus ropas diferentes efectos. Después se dirigió a la línea de cajas con la intención de rebasarla sin abonar su precio. Pero allí fue donde se topó con la oposición de dos trabajadoras, con las que forcejeó para tratar de huir del lugar. A una de ellas le retorció la mano y le pegó un empujón a su compañera, quien se dio un buen golpe tras caer al suelo. Una tercera acudió en su ayuda y a todas ellas las amenazó con matarlas. Una de las cajeras sufrió lesiones consistentes en esguince de dos dedos de la mano izquierda, por lo que precisó atención médica y tardó 10 días en curar. La otra empleada sufrió una cervicalgia que requirió una primera asistencia facultativa. Transcurrieron cuatro días hasta que se recuperó.

La titular del juzgado de lo penal número 3 de Burgos tiene claro  que el delincuente actuó «aceptando la posibilidad de menospreciar la integridad física de terceras personas», de ahí que le acabe condenando como autor de un robo con violencia e intimidación a dos años de prisión. También le considera autor de sendos delitos de lesiones leves, por los cuales tendrá que pagar una multa de 180 euros. Además, le prohíbe la entrada a ese establecimiento de Alimerka durante un periodo de tres años. Le absuelve del delito de amenazas.

Menudo lío en el que se metió el delincuente por un botín de 156 euros. A esa cantidad ascendía el valor de los productos que se llevó  y ese importe es el que deberá pagar a Alimerka en concepto de indemnización por los efectos sustraídos. También tendrá que compensar a las cajeras, con un total de 560 euros por las lesiones que les infligió. La defensa del acusado plantea una argumentación curiosa en su recurso. Considera que su cliente no puede ser condenado por un delito de robo violento por cuanto fue interceptado en la salida, con lo que la violencia ejercida se produjo después de apoderarse de los efectos en el interior del supermercado. Sin embargo, los magistrados  de la Audiencia no están para nada de acuerdo con este razonamiento. Advierten en su fallo que «de las pruebas practicadas no se desprende que se haya roto la relación de causalidad entre los actos de violencia y el apoderamiento», por lo que los hechos en sí «han de ser calificados como delito de robo con violencia». Es decir, si el autor no hubiera lesionado a las cajeras en el enfrentamiento no se hubiera producido la sustracción de los distintos objetos.