Los profesionales de medicina y de enfermería de atención primaria que trabajan con contratos de área en las urgencias y en los centros de salud -fundamentalmente rurales- se han plantado... otra vez. Hace unos días se concentraron frente a la Gerencia Regional de Salud en Valladolid y han amenazado con ir a la huelga si no cambian sus condiciones laborales, puestas en entredicho desde hace muchos años y cuestionadas hasta por la anterior consejera de Sanidad, Verónica Casado, que las calificó de «extenuantes» y apuntó a que la intención de su equipo era que trabajar en estos puestos fuera de carácter voluntario.
La Agrupación de Profesionales de Área de Castilla y León (Ameacyl) quiere que terminen las «maratonianas jornadas de más de 50 horas semanales que muchos profesionales se ven obligados a realizar», en un momento en el que están en cuestionamiento incluso las guardias de 24 horas para los profesionales hospitalarios, y lamentan «la precariedad, la pasividad y la inacción a las que someten a este personal». En la provincia de Burgos hay más de 200 trabajadores en estas condiciones, que critican que la Junta les considere «de segunda categoría».
Y es que tienen un sueldo de hasta mil euros menos que sus compañeros que forman parte de un equipo de atención primaria, carecen en la provincia de Burgos (en otras de Castilla y León esto no es así porque depende de cada gerencia) de un calendario que organice sus jornadas y les permita conciliar la vida laboral y familiar, y son considerados por Sacyl, según afirman, «trabajadores por horas, retribuyéndose su trabajo con tarifa plana sin abonar el realizado en noches, sábados, domingos y festivos y obligados a hacer una jornada obligatoria por encima de la ordinaria de 840 horas anuales que para cualquier otro trabajador sería considerada extraordinaria».
¿Quiénes son los profesionales que atienden a la población en estas condiciones? La de área para médicos y enfermeras es una figura que fue creada en 2007 por la Junta de Castilla y León con el objetivo de cubrir las ausencias de los facultativos de los equipos de Primaria y para atender las urgencias, aunque en aquellos primeros años dos mil y debido a que se sustituía muy poco por los recortes económicos, la mayor parte de su labor consistía en hacer guardias y atender las urgencias de Atención Primaria, lo que significaba trabajar fines de semana, festivos, puentes y vacaciones yendo de un centro de salud a otro. Casi 20 años después ha cambiado muy poco esta situación.
Estos trabajadores, que están asignados a un área de salud, no son miembros de los equipos, no forman parte de la toma de decisiones, no participan en las sesiones clínicas ni tienen pacientes asignados, por lo que no se sostiene, para las personas a las que atienden, la continuidad asistencial que es clave en atención primaria. Así, se quejan de que la existencia de este tipo de contratos no solo es nociva para los profesionales sino para los pacientes, ya que está demostrado que tener siempre el mismo médico de Familia está asociado a tasas de mortalidad más bajas, un menor uso de los servicios de urgencias y menos derivaciones e ingresos en el hospital. «Algunas veces pasa que diferentes médicos atienden al mismo paciente y le indican distintas pautas y eso no es una atención óptima», asegura una médica de área.
El trato que reciben, considera Ameacyl, es la causa de que los contratos ofertados en la provincia de Burgos y, en general, en Castilla y León no sean atractivos «ni para los profesionales de nueva incorporación ni para los eventuales que se cogen para sustituciones» y empeoren el éxodo de facultativos que hace que la Gerencia de Atención Primaria tenga que contratar a médicos sin especialidad. «A nadie se le pasaría por la cabeza que le tratara una dolencia cardíaca alguien que no fuera un cardiólogo. Pues con la especialidad de Familia está pasando continuamente y no tiene visos de que termine», comenta un portavoz de la entidad.
Este rechazo se puede comprobar, por ejemplo, en el último concurso de traslados que se hará efectivo el próximo 2 de mayo, en el que ningún profesional médico ha escogido una plaza de área en la provincia de Burgos, «algo muy significativo porque, obviamente, no son nada atractivas». La diferencia con lo que ocurría hace algunos años es que ahora los médicos que no tienen plaza en propiedad pueden elegir «y se quedan en las Gerencias donde les ofrecen formar parte de un equipo, algo que no ocurre con la de Burgos».
Sentencias. La situación de este personal ha llegado en varias ocasiones a los tribunales. Una de las últimas hace apenas unos meses. El pasado noviembre, el Tribunal de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) declaró nula de pleno derecho la Orden de 8 de noviembre de 2021 sobre la jornada laboral de médicos y enfermeros de área, a la que se consideraba «abusiva» y le impuso las costas a la Junta. Y no es solo un profesional el que pide amparo de la justicia sino que en varias ocasiones y en distintas provincias se está intentando obtener en los tribunales una jornada laboral «más justa».
Por eso, una de las reivindicaciones que se corearon en la concentración ante la Consejería de Sanidad el pasado día 11 fue que se desarrolle una nueva legislación que regule conforme a la ley la jornada laboral de médicas, médicos, enfermeras y enfermeros de área y que dejen de ser, como incluso se denominan ellos mismos, «chicas y chicos para todo».