Oriol Junqueras, que ha retomado la Presidencia de ERC en la segunda vuelta de sus elecciones internas, comienza su quinto mandato al frente del partido con tres carpetas en el escritorio: los Presupuestos de la Generalitat, los del Estado y una eventual entrada en el Gobierno de Barcelona.
«Ya no habrá nuevos acuerdos con quien no cumple los acuerdos establecidos. Esto a lo mejor ha pasado en algún momento (...) pero ya no ocurrirá porque esta es una nueva ERC, grande y ambiciosa», advirtió el sábado tras su victoria.
Su formación abrió una nueva era al avenirse a hacer líder de la Generalitat a Salvador Illa, lo que supuso romper con la política de bloques iniciada con el procés. Si bien fue él quien fijó el abandono de la vía unilateral ensayada en 2017 para apostar por el diálogo con el Estado, nunca ha declarado qué votó en la ajustada consulta interna con la que los republicanos dieron el paso de apoyar al socialista. Las negociaciones las pilotó la entonces secretaria general, Marta Rovira, con quien ha roto relaciones.
Se han cumplido algunos de los acuerdos de esa investidura, como el inicio de la tramitación de la ley de la erradicación del amianto, la de memoria democrática o la eliminación de beneficios fiscales para los promotores del macroproyecto de ocio Hard Rock. Queda pendiente, sin embargo, avanzar en otros compromisos: el principal, la financiación singular, aunque también una norma catalana sobre arrendamientos urbanos. Cuestiones que dependen de los 20 diputados de ERC en el Parlament.
Además, sus siete votos en el Congreso fueron imprescindibles para que Pedro Sánchez se mantuviera en la Moncloa: los republicanos avalaron su investidura a cambio de contrapartidas como la Ley de Amnistía. El perdón al procés se ha aprobado, pero no se ha aplicado a todos los que preveía Esquerra, comenzando por el propio Junqueras, a quien el Supremo ha rechazado aplicarle este borrado judicial, lo que le mantiene inhabilitado para cargo público hasta 2031.
No se han registrado avances en cuanto a la quita de deuda, aunque el presidente del Gobierno ha anunciado una reunión en enero para abordar esta cuestión con todas las autonomías, y sobre el traspaso de Rodalies, los republicanos reclaman más diligencia.
¿Pacto con Collboni?
Fue el 13 de junio cuando la federación de Barcelona convocó un congreso para decidir si los republicanos debían gobernar en la capital catalana con Jaume Collboni. El encuentro no llegó ni a arrancar porque la afluencia desbordó la capacidad de la sala reservada, en un contexto en el que Junqueras se decantaba por el sí y Rovira era más propensa al no.
Ese preacuerdo con los socialistas, que preveía que ERC se hiciera con dos concejalías, lo negoció la líder del grupo municipal, Elisenda Alamany, recién elegida secretaria general de la formación. Hoy, Collboni ve cada vez más posible gobernar junto a los republicanos.