La biblioteca de San Agustín abrirá al público dos tardes

L.M. / Burgos
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La Diputación de Burgos quiere potenciar esta sala, reservada ahora a investigadores y cuya librería se trajo desde el monasterio de Oña. Si hay demanda se ampliará horario semanal

Hace un año, la sala acogió la asamblea anual de la Asociación Internacional de Organizadores de Carreras Ciclistas. - Foto: Valdivielso

¿Sabía usted que en la biblioteca del Monasterio de San Agustín está ubicada, desde hace años, una librería de madera construida por la Compañía de Jesús, inicialmente para el Monasterio de San Salvador de Oña, pero que fue trasladada pieza a pieza hasta la capital tras su restauración? La presencia de este imponente escenario -y de su fastuosa colección bibliográfica- es, para una buena parte de los burgaleses, un hecho completamente desconocido que ahora la Diputación de Burgos quiere revertir.

Hasta la fecha, la sala estaba reservada exclusivamente para investigadores en horario de mañana -para acceder por la tarde hay que solicitarlo de manera formal-. Para que el público la conozca y pueda comprobar de primera mano esta impresionante obra y disfrutar del fondo bibliográfico, el área de Cultura pondrá en marcha a principios del mes que viene una iniciativa hasta la fecha inédita. «Queremos abrirla, que la gente pueda venir a leer o a estudiar», explica la diputada responsable del departamento, Raquel Contreras.

A partir de noviembre se permitirá el acceso libre a este recinto dos tardes a la semana, casi con toda probabilidad los martes y los jueves, en horario de 16:30 a 19 horas. «Es una pena que tengamos un tesoro como este escondido y sin apenas darlo a conocer», lamenta Contreras, que ha puesto especial empeño personal en lograr este hito desde que arrancó el mandato. Si el público responde, que esperan que lo haga, barajan ampliar las horas.

El fondo general está conformado por una colección especializada por razón geográfica, documentación referente a Castilla y León, pero principalmente a Burgos y su provincia, con alrededor de 35.000 libros y folletos. Continúa creciendo, esencialmente, a través de adquisiciones de nuevas publicaciones y canjes con otras instituciones. Su origen se remonta al año 1981, cuando Andrés Ortega del Álamo, un librero burgalés afincado en Valencia, donó su biblioteca a la Diputación. La sala posee hemeroteca, sección de referencia, fondos especializados en materias de archivística y biblioteconomía y una sección de libros escolares históricos.

Además de servir como lugar de estudio, la Diputación quiere trasladar hasta esta biblioteca diferentes actividades culturales. Presentaciones de libros o conferencias podrían tener cabida entre estas imponentes paredes cargadas de miles de libros sobre la provincia de Burgos, su historia y sus tradiciones. La habilitación de este espacio permitiría, del mismo modo, complementar los muchos que hay repartidos por la ciudad -dependientes de otras administraciones públicas- y que principalmente estudiantes tanto reclaman, sobre todo en época de exámenes.

Contenido excepcional. El emplazamiento inicial de la biblioteca se encontraba en el edificio del Consulado del Mar, en el Paseo del Espolón. Tras la restauración del Monasterio de San Agustín, propiedad de la Diputación, se decidió dar una nueva localización tanto al archivo como a la biblioteca a partir de 2002.

El paso del tiempo ha ido incrementando de manera paulatina los fondos bibliográficos que componen la Biblioteca Castilla y León de la Diputación Provincial de Burgos. En sus estanterías uno puede encontrar las aportaciones que el historiador y catedrático de Villarcayo Teófilo López Mata o el militar Fernando Gil-Ossorio hicieron al patrimonio común. Asimismo, ejerce como depositaria de la biblioteca personal de Manuel Machado ya que, tras su muerte, Eulalia Cáceres, su mujer, la donó a la Institución Fernán González.